Asunción (Agencia Fides) – La celebración del Te Deum por los 201 años de la Independencia del Paraguay se ha caracterizado por una nota singular: se ha impedido a las personas entrar en la catedral y en la plaza exterior, aunque esta disposición no ha sido justificada oficialmente por nadie. Ante todas las principales autoridades del Gobierno, el lunes 14 de mayo, el Arzobispo coadjutor de Asunción, Su Exc. Mons. Edmundo Ponziano Valenzuela Mellid, S.D.B. ha descrito un país totalmente diferente al que pintó el Presidente Lugo, minutos antes en su discurso antes de entrar en la Catedral, ante las autoridades.
Mons. Valenzuela Mellid ha recordado que la Conferencia Episcopal Paraguaya, en ocasión del Bicentenario, exhortó a “superar la situación de pobreza, atraso y marginación en que vive el país con políticas públicas para dar respuesta a las situaciones acuciantes de nuestra nación”. El Arzobispo ha dicho que “la Iglesia pide vencer la impunidad y la corrupción que han invadido nuestro país y que tiene que ver con la necesidad de la reforma del Poder Judicial”. Además ha recordado que aún están pendientes: “la reforma agraria, el combate al latifundio, la recuperación de las tierras de las que se han apropiado de forma ilícita y la protección del medio ambiente”.
Mons. Valenzuela ha exhortado a los presentes a agradecer a Dios por su futuro, sabiendo que la gracia de Dios nunca faltará. A los partidos políticos ha instado a superar con sabiduría, las fricciones y conflictos, de todo orden, y dejar de lado intereses personales o de grupo, para construir con voluntad política el bien común de la Patria. Por último, el Arzobispo ha instado a construir una nación, una gran familia, unida bajo la misma bandera de los ideales de paz, justicia, libertad, unión e igualdad, que Jesucristo ha resumido en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo.
(CE) (Agencia Fides, 16/05/2012)
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