Benedicto XVI: «El Concilio tiene mucho que decir a las nuevas generaciones»

En su visita a Frascati, el Pontífice vuelve a hablar sobre la riqueza del Vaticano II. El abrazo de la gente: «Estamos con él»

GIACOMO GALEAZZIFRASCATI (ROMA)

El futuro de los cristianos bajo el signo del Concilio. «Los documentos conciliares contienen una riqueza enorme para la formación de las nuevas generaciones cristianas –indica desde el altar Benedicto XVI. También aquí es necesaria una Nueva Evangelización, y por esto os propongo vivir intensamente el Año de la Fe, que comenzará a octubre, a 50 años de la apertura del Concilio Vaticano II».

Al inicio del Pontificado, una cierta “vulgata” de los medios de comunicación repetía que Benedicto XVI era un Papa «frío», incapaz de conmover el corazón de las masas. Este lugar común se desvaneció para todos los que esta mañana, al alba, llegaron hasta la fortaleza de Frascati. Fueron muchas más de las previstas las personas que acudieron al encuentro con el Pontífice, en vez de pasar un domingo en el mar. En la ciudad que, después de Roma, ha dado más Papas a la Iglesia, Joseph Ratzinger fue recibido como un amigo, pero, sobre todo, como un guía que ofrece palabras verdaderas y consuelo, mucho más necesarias en un momento de una crisis económica tan grave.

 El Pontífice exhortó a anunciar a Cristo «sin preocuparse por el éxito», es más, con la consciencia de que «los enviados de Dios, a menudo no son bien acogidos». Los cristianos deben «releer el Concilio» para volver a descubrir la belleza de «ser Iglesia». Observó el Papa que: «es bello y entusiasmante ver que, después de dos mil años, todavía llevamos adelante el compromiso formativo de Cristo. Todos somos responsables, todos somos corresponsables. El Señor llama a todos, distribuyendo diferentes dones y tareas en la Iglesia». Llama al sacerdocio y a la vida consagrada; llama al matrimonio y al compromiso como laicos en la iglesia y en la sociedad. Por lo que es muy importante que «la riqueza de los dones recibidos encuentre una plena acogida, especialmente entre los jóvenes». Pero Benedicto XVI hizo un llamado más general para todos los fieles: «Permaneced unidos entre vosotros y, al mismo tiempo, abiertos, misionarios. Permaneced firmes en la fe, arraigados en Cristo mediante la Palabra y la Eucaristía; sed gente que reza, para permanecer siempre vinculados a Cristo». Palabras fuertes, destinadas a no caer en el olvido, sobre todo si se juzgan a partir del entusiasmo general.

«Nos organizamos para mostrar a Benedicto XVI nuestro calor, a cambio del apoyo espiritual que él sabe darnos cotidianamente con su predicación», explica Mara Cancellieri, que con algunos amigos de los castillos de Roma organizó un grupo para llegar al sagrado del duomo dedicado al primer vicario de Cristo, San Pedro. Pero también llegó mucha gente de otras partes de Italia. «Somos noventa y venimos a escuchar al Papa –cuenta Silvia Simoncini, de 35 años, presidente del Iuter Club de Osimo de la provincia de Ancona. Personalmente he aprovechado la oportunidad porque también tengo muchos parientes en Frascati, pero el significado de este viaje es mucho más profundo que ir a saludar a una tía. Es una fase histórica y muy delicada para el país, y, como asociación de jóvenes católicos, consideramos oportuno contribuir con nuestra presencia en Frascati para acoger al primado de Italia, portavoz de los que no tienen voz. Entre nosotros hay algunos que han perdido el trabajo y que no logran encontrar uno nuevo. Rezar con Benedicto es una inyección de confianza y expresa la voluntad para volver a levantarnos ante las dificultades actuales. El Papa nos ayuda a no perder el ánimo y a volver a empezar».

Actualmente el obispo titular de Frascati es el Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, y la visita papal a Frascati también es una señal de su confianza por el servicio que ha ofrecido su “bracho derecho” a favor de la Iglesia universal. Una visita pastoral de dos horas, de las 9.30 a las 11.30, pero llena de valor y de momentos muy significativos. El Papa celebró la misa frente a la catedral en la que hace 32 años Karol Wojtyla también lo hizo. Despu’es, el Papa regresó a Castel Gandolfo para recitar el Ángelus del mediodía.  

Vatican Insider