DEUTERONOMIO 04, 01-02. 06-08
Habló Moisés al pueblo diciendo:
Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Así, viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor Dios de vuestros padres os va a dar.
No añadáis nada a lo que os mando, ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, nuestro Dios, que os mando hoy. Guardadlos y cumplidlos porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, que cuando tengan noticia de todos ellos dirán: cierto que esta gran nación es un pueblo sabio es inteligente.
Y en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está El Señor Dios de nosotros siempre que lo invocamos? Y ¿cuál es la gran nación cuyos mandatos y decretos sean tan justos como toda esta ley que hoy os doy?
Los tres primeros capítulos del Deuteronomio son una introducción histórica en la que se pone en labios de Moisés el resumen de la historia del pueblo desde el Horeb hasta el momento en que se encuentran, a la entrada de Canaán. Sirven para mostrar la importancia de permanecer fieles a la ley del Señor, que va a ser nuevamente promulgada a partir del capítulo 4º. Los versos que hoy leemos son el principio de ese capítulo 4º: antes de promulgar la Ley se hace una exhortación a su cumplimiento y "a no cambiar nada" de la misma. El argumento básico desarrollado en este capítulo 4º consiste en mostrar los grandes prodigios que el Señor ha hecho por su pueblo, el terrible peligro de desaparición que se deriva de la infidelidad a Dios, y termina así:
"Guarda los mandatos y preceptos que te daré hoy; así os irá bien a ti y a los hijos que te sucedan y prolongarás la vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar para siempre".
Todos estos textos muestran la enorme importancia que el pueblo daba a La Ley. Su cumplimiento, por parte de "los santos" del pueblo, los fariseos, era, por eso, sumamente estricto, aunque no pocas veces se centraba en una observancia meticulosa, de detalle, olvidada del espíritu profundo de la Ley (la justicia, la misericordia, la fidelidad, como les recordó Jesús)
Pero en el texto hay bastantes cosas que hacen pensar.
1.- un autor dice que Moisés dice que Dios dice... Y luego otros dicen que todo esto es Palabra de Dios. Seamos serios, antes de tragarnos sin más que eso es Palabra de Dios. El origen de todos los fundamentalismos está en esta cadena. Si escucha usted a alguien decir: "Dios me ha dicho", prepárese a correr.
2.- cumplid mi ley y os regalaré una tierra, una tierra que es de otros. Un autor dice que Dios dice que les regala la tierra. Nuestro dios a favor de nosotros contra otros.
Terrible mensaje de todo el A.T. Dios mata egipcios para nosotros, Dios extermina cananeos para nosotros, Dios nos manda exterminar... Y servir a Dios tiene un premio en este mundo, un premio de posesión y poder contra otros. Si esto se parece algo a lo de Jesús, que me lo expliquen.
3.- no cambiéis nada. Pero Jesús es noticia, novedad, conversión. Estar abierto a la Palabra, que siempre pedirá cambiar, a las personas y a la Institución. Estar dispuesto a cambiar, asignatura pendiente de una Iglesia instalada en lo de siempre, porque conviene a su status, a su seguridad y a la tranquilidad de "su" tierra prometida. ¿Contra quiénes?
4.- y el orgullo del pueblo. Dios nos hace grandes. La Iglesia es como una gran nación privilegiada por un Dios parcial, a favor de ella y contra sus enemigos.
¿Tiene todo esto algo que ver con el evangelio? ¿Una vez leeremos toda esta sarta de atrocidades y exigiremos al pueblo que lo reconozca como "Palabra de Dios? ¿Otra vez tendremos que rebuscar en la Biblia algún texto que no contradiga a Jesús?
SANTIAGO 01,17-18. 21b, 22-27
Todo beneficio y todo bien perfecto viene de arriba, del Padre de los Astros, en el cual no hay fases ni períodos de sombra.
Por propia iniciativa, con la Palabra de la Verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas. Aceptad dócilmente la Palabra que ha sido plantada y es capaz de salvaros. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos.
La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.
Durante cinco domingos haremos una lectura continua de esta carta, que antes se dató como el más antiguo de los escritos del NT (hacia el 49) y ahora se estima escrita a finales del siglo. Se atribuyó también su autoría a Santiago "el hermano del Señor", personaje importante de la comunidad de Jerusalén, aunque hoy se tiende más bien a considerar el nombre como un seudónimo. Su género literario, más que carta, parece sapiencial, en la línea de los Libros de Sabiduría del AT, sin unidad ni plan de conjunto, como una serie de máximas que desarrollan varios aspectos de la religiosidad de los cristianos (fe/obras, regeneración por la palabra, la ley de la libertad... )
En conexión con los otros textos de este domingo llama la atención cómo sigue este texto la línea de Jesús en lo que se refiere a llevar a la práctica la palabra y concebir la religión como servicio a los necesitados. Y encontramos al final una receta definitiva, entroncada con las parábolas del samaritano y del juicio final,
La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo.
Que no necesita ningún comentario
José Enrique Galarreta
Fe Adulta
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