Durante las últimas tres semanas, los combates se han intensificado en la norteña ciudad de Alepo. A pesar de las dificultades para acceder a la ciudad, los equipos del JRS – junto a las redes solidarias de voluntarios - han seguido prestando apoyo de emergencia a los miles de familias desplazadas.
Hasta la fecha, el JRS se han responsabilizado de 11 escuelas que albergan a 6.500 personas procedentes de Alepo, lo que supone un aumento de 4.500 en apenas dos semanas. Esta cifra se suma a las 8.000 personas desplazadas de Homs e Idlib que han estado recibiendo ayuda del JRS y de sus redes de socios locales durante semanas.
Alepo. En un intento por responder a la creciente demanda de alimentos, se ha puesto en funcionamiento una cocina de campaña en Alepo. Esta cocina puede alimentar de cinco mil a siete mil personas al día. La comida se prepara y posteriormente se envía en barriles a centros de distribución, escuelas y mezquitas, donde la gente se reúne para comer. A pesar de ser una operación de gran envergadura, el sistema es eficiente e higiénico - los utensilios de cocina usados están hechos de cromo y todas las verduras se desinfectan y esterilizan antes de ser cocinadas.
Si bien el centro del JRS en Midan, Deir Vartan, permanece abierto para fines administrativos, todas las actividades se han trasladado a otro lugar más cercano a la residencia de los jesuitas. Las líneas de comunicación con Alepo, en el mejor de los casos, son intermitentes: las líneas de teléfono y el acceso a Internet se interrumpe con regularidad. La falta de electricidad sigue siendo algo habitual.
El nivel de destrucción en Alepo supone que hay muy pocos lugares seguros para que los desplazados se refugien. Por el momento, las autoridades abrieron las escuelas como refugio provisional. Sin embargo, esta no es una solución permanente, y los que se refugiaron allí siguen siendo vulnerables a la violencia.
A pesar de que la Media Luna Roja ha proporcionado alimentos, ésta no puede garantizar la entrega de los suministros a las zonas donde la gente está más necesitada.
Damasco. La violencia continúa también en la capital, donde algunos barrios sufren bombardeos y combates. El JRS ha seguido proporcionando cestas con alimentos y ayudas para cubrir el alquiler de las familias desplazadas. Los niveles de miedo y estrés son altos entre la población civil.
Las actividades infantiles, que incluyen componentes psicosociales para ayudarles a hacer frente a la situación que viven, se están llevando a cabo en las escuelas donde se han abierto refugios para ayudar a los desplazados. El JRS en Damasco ha recibido familias cristianas iraquíes que habían asistido a las actividades del JRS en Deir Vartan, de Alepo. Estas familias habían huido de Alepo a Damasco.
Homs. Actualmente se están llevando a cabo actividades para 800 niños. Desde la última actualización, el número de personas que residen en el centro Al Ard de los jesuitas, en las afueras de Homs, se ha reducido a 50. Éstas reciben comida y refugio. A su vez, se realizan dinámicas recreativas, psicosociales y educativas para los niños.
La situación de seguridad en el centro es cada vez más peligrosa. Recientemente algunos misiles cayeron en el recinto y el acceso a Al Ard por carretera es limitado.
Explaining basic rules of hygiene to the refugees
Women waiting for her turn to get clothes for her family
One of the babies in our schools; life goes on regardless.
An attempt to introduce a recycling program into the schools.
SJR
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