Gabriel Amorth: "Se llama Ángel y está
poseído por cuatro demonios"
"Si (en el Vaticano) lo han desmentido es
que no han comprendido nada", asegura
(Jesús Bastante).- Es el exorcista más famoso del mundo. Y el más polémico. Y el que asegura que el Papa Francisco sí hizo un exorcismo en Pentecostés, pese a las palabras del portavoz vaticano, Federico Lombardi. "Si lo han desmentido es que no han comprendido nada", afirma Gabriel Amorth, quien sostiene que el hombre a quien el Papa impuso las manos "se llama Ángel, es mexicano y está poseído por cuatro demonios".
"Les diré más. El hombre a quien el Papa exorcizó acudió a mí hoy a las 11.30 de la mañana. Está poseído por cuatro demonios y realicé sobre él un largo exorcismo", apuntó Amorth a la agencia Ansa. Ángel, de 43 años, es mexicano, está casado y tiene tres hijos. Y su caso está siendo estudiado por varios expertos en Demonología.
Para el padre Amorth, la posesión de este hombre "es una venganza del demonio contra los obispos mexicanos porque no se opusieron al aborto como debían haberlo hecho. Este hombre sólo será liberado cuando los obispos mexicanos se arrepientan y hagan penitencia por no haber intervenido más en esa cuestión".
¿Por qué el Vaticano niega la intervención papal? Las palabras de Lombardi, apuntando que Francisco "simplemente oró por una persona que sufría", resultan incomprensibles para el benemérito exorcista italiano. "Si lo han desmentido es que no han comprendido nada. No sólo es exorcismo el que se hace según las normas del ritual, con las oraciones escritas y reservadas para los exorcismos", añadió Amorth, quien subrayó que "también son exorcismos las oraciones de liberación que se hacen con las propias palabras. Yo mismo conozco tres casos realizados por Juan Pablo II sin ningún libro".
RD
EL PAPA FRANCISCO Y EL SUPUESTO
EXORCISMO
Hoy todo el mundo me ha preguntado por el supuesto exorcismo del Papa Francisco. ¿Es un exorcismo o no?
Mi respuesta es que no, no es un exorcismo. Indudablemente, el acompañante de la persona en silla de ruedas le ha dicho que se trataba de un poseído, o el mismo Papa se ha dado cuenta de que aquello no parecía una enfermedad. Entonces el Papa ha decidido orar un poco más. Probablemente, al ver de qué se trataba, el Papa se ha dirigido internamente al demonio. Pero una cosa tan breve, tan simple, no podemos llamarla un exorcismo, es una simple plegaria, con toda la generalidad y ambigüedad que tiene la palabra plegaria.
Cuando yo voy a dar charlas en iglesias en distintos países, mucha gente me pide que le dé la bendición. Entre esa gente, de vez en cuando, hay alguna persona que reacciona como lo hace el que está sentado en la silla de ruedas. ¿Lo que he hecho yo es un exorcismo? La respuesta es no. He hecho una plegaria y se ha producido esa reacción.
Cuántas veces he pensado que si alguien grabara en vídeo mis bendiciones e imposiciones de manos, cuando aparece un caso así, los que lo vean pensarán que he hecho un exorcismo. Cuando mi voluntad es no hacer ningún exorcismo. Pues eso es lo que le ha ocurrido al Papa.
Una cosa es un exorcismo, otra es una breve bendición o plegaria. Incluso si el Papa quería expulsar al demonio, su acción no cabe que se la califique de exorcismo. La acción del Papa no prejuzga el estado de esa persona. Y si el Papa hubiera querido hacer un exorcismo, sin duda lo hubiera hecho en condiciones, con tiempo y con una intensidad diversa que la que hemos visto en esa plegaria. Los periodistas deberían decir en sus titulares que el Papa ha hecho una brevísima plegaria sobre un supuesto poseso.
Cuando yo voy a dar charlas en iglesias en distintos países, mucha gente me pide que le dé la bendición. Entre esa gente, de vez en cuando, hay alguna persona que reacciona como lo hace el que está sentado en la silla de ruedas. ¿Lo que he hecho yo es un exorcismo? La respuesta es no. He hecho una plegaria y se ha producido esa reacción.
Cuántas veces he pensado que si alguien grabara en vídeo mis bendiciones e imposiciones de manos, cuando aparece un caso así, los que lo vean pensarán que he hecho un exorcismo. Cuando mi voluntad es no hacer ningún exorcismo. Pues eso es lo que le ha ocurrido al Papa.
Una cosa es un exorcismo, otra es una breve bendición o plegaria. Incluso si el Papa quería expulsar al demonio, su acción no cabe que se la califique de exorcismo. La acción del Papa no prejuzga el estado de esa persona. Y si el Papa hubiera querido hacer un exorcismo, sin duda lo hubiera hecho en condiciones, con tiempo y con una intensidad diversa que la que hemos visto en esa plegaria. Los periodistas deberían decir en sus titulares que el Papa ha hecho una brevísima plegaria sobre un supuesto poseso.
Padre Fortea
Aclaración al post anterior
Si yo impongo las manos sobre alguien e invoco al Espíritu Santo, eso no es el sacramento de la Confirmación.
Imponer las manos sobre alguien y hacer una plegaria o dar una orden al demonio, no es un exorcismo.
RD
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