Los seguidores de San Roque González de Santa Cruz, el religioso del billete de G. 100.000, festejan hoy 25 años de la canonización del primer santo local. Los jesuitas invitan a los jóvenes a seguir su ejemplo.
Esta noche, en la Catedral Metropolitana, en el mismo lugar en el que fue bautizado e inició su labor sacerdotal, San Roque González de Santa Cruz, el único santo paraguayo, la feligresía católica rendirá un homenaje a este sacerdote jesuita que marcó un hito en la historia religiosa de América del Sur y que desde 1998 figura en los billetes de mayor valor de cambio en Paraguay.
Pocos meses antes de este día, el arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo, quien presidirá la ceremonia de esta noche a las 19.00, por el 25.º aniversario de la canonización del santo paraguayo, habló sobre la importancia de este peculiar religioso canonizado un día como hoy en 1988 por el papa Juan Pablo II.
La devoción por San Roque González de Santa Cruz, nacido en el año 1576 en Asunción y muerto a manos de indígenas en el Caaró, situado en el actual Estado de Rio Grande do Sul, Brasil, en noviembre de 1628, junto a los sacerdotes Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, creció por un episodio milagroso que se dio en el mismo lugar de su muerte, cuando tras el ruego por su intercesión una brasileña operada de un cáncer de garganta sanó completamente.
El sacerdote jesuita José Luis Caravias explica que San Roque no solo fue importante para Paraguay, sino que también lo fue para Argentina y Brasil, donde igualmente es considerado patrono.
Esto se debe a que la labor religiosa de San Roque González de Santa Cruz no se limitó a Paraguay, aunque en estas tierras estructuró la mayoría de las reducciones jesuitas de ese tiempo.
DEVOCIÓN. Que la figura de San Roque González no sea tan difundida a nivel local tiene una explicación: "No fue una figura de piel como se dice y no tiene un santuario que llame la atención como lo tiene la Virgen de Caacupé", había explicado monseñor Pastor Cuquejo, al tiempo de comentar que a pesar de esto la devoción por el patrono del corazón desde hace 17 años crece rápidamente entre la población.
Para que en el país existan más figuras religiosas, como la de San Roque González, el provincial jesuita Alberto Luna en la última misa en honor al santo paraguayo realizada este mes en la Catedral, realizó un llamado a los fieles a unirse a la vida religiosa desde muy jóvenes siguiendo el ejemplo de San Roque González, quien a los 14 años encabezó una procesión por el bosque en honor a la eucaristía y encontró la muerte evangelizando.
SAN ROQUE, UN SANTO CON EL CORAZÓN ETERNO
En la Capilla de los Mártires, ubicada al costado del colegio Cristo Rey de Asunción, aún se conserva el corazón de San Roque González de Santa Cruz.
Esta reliquia religiosa, que fue enviada a Roma, Italia, en el 2009 para su preservación en el marco del festejo por los 25 años de canonización, recorrerá todo el país.
El santo fue asesinado y quemado, pero su corazón no se quemó. Se cuenta que el corazón habló a los asesinos y les invitó a arrepentirse. Se conserva también el hacha de piedra asesina.
Pocos meses antes de este día, el arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo, quien presidirá la ceremonia de esta noche a las 19.00, por el 25.º aniversario de la canonización del santo paraguayo, habló sobre la importancia de este peculiar religioso canonizado un día como hoy en 1988 por el papa Juan Pablo II.
La devoción por San Roque González de Santa Cruz, nacido en el año 1576 en Asunción y muerto a manos de indígenas en el Caaró, situado en el actual Estado de Rio Grande do Sul, Brasil, en noviembre de 1628, junto a los sacerdotes Alonso Rodríguez y Juan del Castillo, creció por un episodio milagroso que se dio en el mismo lugar de su muerte, cuando tras el ruego por su intercesión una brasileña operada de un cáncer de garganta sanó completamente.
El sacerdote jesuita José Luis Caravias explica que San Roque no solo fue importante para Paraguay, sino que también lo fue para Argentina y Brasil, donde igualmente es considerado patrono.
Esto se debe a que la labor religiosa de San Roque González de Santa Cruz no se limitó a Paraguay, aunque en estas tierras estructuró la mayoría de las reducciones jesuitas de ese tiempo.
DEVOCIÓN. Que la figura de San Roque González no sea tan difundida a nivel local tiene una explicación: "No fue una figura de piel como se dice y no tiene un santuario que llame la atención como lo tiene la Virgen de Caacupé", había explicado monseñor Pastor Cuquejo, al tiempo de comentar que a pesar de esto la devoción por el patrono del corazón desde hace 17 años crece rápidamente entre la población.
Para que en el país existan más figuras religiosas, como la de San Roque González, el provincial jesuita Alberto Luna en la última misa en honor al santo paraguayo realizada este mes en la Catedral, realizó un llamado a los fieles a unirse a la vida religiosa desde muy jóvenes siguiendo el ejemplo de San Roque González, quien a los 14 años encabezó una procesión por el bosque en honor a la eucaristía y encontró la muerte evangelizando.
SAN ROQUE, UN SANTO CON EL CORAZÓN ETERNO
En la Capilla de los Mártires, ubicada al costado del colegio Cristo Rey de Asunción, aún se conserva el corazón de San Roque González de Santa Cruz.
Esta reliquia religiosa, que fue enviada a Roma, Italia, en el 2009 para su preservación en el marco del festejo por los 25 años de canonización, recorrerá todo el país.
El santo fue asesinado y quemado, pero su corazón no se quemó. Se cuenta que el corazón habló a los asesinos y les invitó a arrepentirse. Se conserva también el hacha de piedra asesina.
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