PAPA FRANCISCO A LAS SUPERIORAS GENERALES (UISG): “¿QUÉ SERÍA DE LA IGLESIA SIN VOSOTRAS?

Ser monja es ser madre, no solterona. «La castidad es un carisma precioso»

El Papa pronunció un elogio de la pobreza durante la audiencia ante los representantes de la Unión internacional de las Superioras Generales (Uisg), además de expresarse en contra del carrerismo y aludir a las relaciones entre el Vaticano y las religiosas estadounidenses

ALESSANDRO SPECIALECIUDAD DEL VATICANO

Un encuentro caluroso en un horario poco habitual, para recordar a las monas de todo el mundo que no se puede servir a Jesús sin el sentido de pertenencia a la Iglesia. Esta mañana, el Papa Francisco, antes de la Audiencia general de los miércoles, recibió en el Aula Pablo VI en el Vaticano a alrededor de 800 representantes de la Unión Internacional de las Superioras Generales (Uisg), que celebró su asamblea plenaria en estos días.

Una audiencia deseada por las monjas, sobre todo en este momento difícil para la vida religiosa (con la disminución de las vocaciones que no parece mejorar, con el envejecimiento de la edad promedio de las monjas y con la investigación vaticana que pesa sobre la organización que representa a la mayor parte de las religiosas de los Estados Unidos, la Leadership Conference of Religious Women), que provocó desconcierto y preocupación entre la opinión pública y en la Iglesia estadounidense.

Hace algunos días, el prefecto de la Congregación para la Vida Religiosa, el cardenal brasileño João Braz de Aviz, explicó a las monjas que le había entristecido la manera en la que fue conducida la investigación, pues su dicasterio permaneció sin información hasta el último momento. Palabras que suscitaron un gran eco, tan grande que la Sala de Prensa del Vaticano se vio obligada a precisar que en las palabras del purpurado no había que interpretar ninguna «divergencia» entre la Congregación para los Religiosos y el ex-Santo Oficio, responsable de la investigación. Hoy, el Papa Francisco subrayó su apoyo al cardenal Braz de Aviz, a quien definió como «querido hermano», y a la Uisg por la decisión de discutir el tema de la autoridad en la Iglesia durante su asamblea plenaria.

El Pontífice habló de la obediencia e indicó que es necesario escuchar «la voluntad de Dios, en la moción interior del Espíritu Santo autenticada por la Iglesia, aceptando que la obediencia pase incluso a través de las intermediaciones humanas». Hablando a nivel más general, recordó que la relación entre la autoridad y la obediencia hay que entenderlo «en el contexto más amplio del ministerio de la Iglesia y constituye una de las particulares actuaciones de su función intermediadora».

En este sentido, quien tiene la autoridad (tanto en la Iglesia como en las órdenes religiosas) debe ejercerla siempre como «servicio»: «Sepan siempre ejercer la autoridad acompañando, comprendiendo, ayudando, amando –fue la invitación de Francisco a las superioras de todo el mundo–; abrazando a todos y a todas, especialmente a las personas que se sienten solas, excluidas, áridas, a las periferias existenciales del corazón humano».

El Pontífice también habló sobre el voto de castidad de las religiosas: una castidad, dijo, que debe ser «fecunda», porque «la consagrada es madre, ¡debe ser madre y no solterona!».

Al final, con una posible alusión a las polémicas que ha suscitado la investigación de la Lcwr, pero retomando los temas y las palabras de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, el fundador de los jesuitas, dijo que la pertenencia a la Iglesia es, para los religiosos, «una de las dimensiones constitutivas» de la propia vida. «No se puede imaginar que una consagrada o un consagrado no “sientan” con la Iglesia», subrayó el Papa.

El Pontífice recordó que es absurdo «pensar vivir con Jesús sin la Iglesia», por lo que invitó a cobrar consciencia sobre la «responsabilidad que tienen de cuidar la formación de sus Institutos en la sana doctrina de la Iglesia, en el amor a la Iglesia y en el espíritu eclesial». «Sean alegres, porque es hermoso seguir a Jesús, es hermoso volverse un ícono viviente de la Virgen y de nuestra Santa Madre Iglesia jerárquica», concluyó.

Vatican insider

PAPA FRANCISCO A LAS SUPERIORAS GENERALES (UISG): “¿QUÉ SERÍA DE LA IGLESIA SIN VOSOTRAS?

Apenas fueron unos quince minutos. Tiempo suficiente para que Francisco  mostrara su afecto a las más de 800 Superioras Mayores, reunidas en Roma con motivo de su Asamblea General. Esta audiencia privada, celebrada antes de la Audiencia General ha sido como una culminación de esa importante asamblea de la UISG que reune a las Superioras Mayores de tantos miles y miles de religiosas repartidas por el mundo.

En su discurso, el Papa Francisco les ha querido insistir, básicamente, en tres puntos: 1. La centralidad de Cristo y su Evangelio en la vida consagrada 2. La Autoridad como Servicio y 3. sobre el sentir con y en la Iglesia.

En su discurso, Francisco ha hecho un escueto y preciso recorrido por los votos de pobreza, obediencia y castidad, invitando a las religiosas a que hagan ver desde lo que son, esa maternidad fructífera, propia de su condición. Con palabras de complicidad y cercanía les ha dicho: “¡sean madres, no solteronas!”, preguntándose: “¿Qué sería de la Iglesia sin vosotras? le faltaría “maternidad, afecto, ternura, intuición de madre…”
Al hablarles del tema de la Autoridad (era el tema que traían las religiosas para su asamblea), les ha insistido: “recuerden siempre que el verdadero poder es el servicio” (como dijo al inicio de su pontificado). Igualmente les ha invitado a reflexionar: “pensemos en el daño que causan al pueblo de Dios los hombres y las mujeres de la Iglesia que son arribistas, escaladores; quienes “utilizan” al pueblo, a la Iglesia, a nuestros hermanos y hermanas -a los que debe servir- como trampolín para sus propios intereses y ambiciones personales. Estos hacen un gran daño a la Iglesia”.

Por último, el Papa les ha recordado a las Superioras Mayores que la eclesialidad es un rasgo constitutivo de la vida consagrada, que debe ser constantemente retomada y profundizada. Les recordó: “no es posible que un consagrado o consagrada no sienta con la Iglesia”, refiriéndose a un sentir que tiene su expresión filial en la fidelidad al Magisterio, en la comunión con los pastores y con el sucesor de Pedro. Francisco les insistió en que nadie anuncia el Evangelio de forma aislada, sino en nombre de la propia Iglesia, invitándoles a sentirse responsables de guardar el amor a la Iglesia y el espíritu eclesial.

Finalizó el discurso dándoles las gracias “por su trabajo no siempre fácil” y asegurándoles su afecto y oración y pidiendo que saluden de su parte a sus comunidades, en especialmente a las hermanas enfermas y a las jóvenes. El testimonio de las superioras generales a la salida del evento es unánime: están encantadas con la cercanía y el cariño que les ha mostrado el Papa Francisco.

Fernando Prado, cmf

Más de cerca

El Papa pide a las religiosas que sean "como madres" y no "solteronas"

8 de mayo, 2013. (Romereports.com) El papa Francisco recibió a más de 800 superioras de congregaciones religiosas que se reúnen estos días en Roma. Fue un encuentro cordial en que el Papa al comienzo de su discurso bromeó con el secretario de la Congregación para los religiosos que nombró hace pocas semanas.   

PAPA FRANCISCO 

“Agradezco al querido hermano cardenal Joao Braz de Aviz, por las palabras que me ha dirigido, y también me alegra la presencia del Secretario de la Congregación. Se llama Pepe...” 

Durante su discurso el Papa hablo de la obediencia, la pobreza y la castidad. En este ámbito Francisco les pidió a las religiosas que deben vivir una castidad que genera hijos espirituales, “la consagrada debe ser madre, y no solterona” dijo para remarcar la importancia de esa maternidad espiritual. 

Además habló del servicio, de no intentar hacer carrera a costa de las personas a las que se debe servir y destacó la importancia de vivir en la Iglesia, recordando que “no se puede vivir con Jesús pero sin la Iglesia”. 

PAPA FRANCISCO 

“Estad alegres, porque es bonito seguir a Jesús, es bonito convertirse en imagen de la Madre de Dios y de nuestra santa Madre Iglesia Jerárquica”. 

El tema del congreso que ha reunido a las superioras de las congregaciones religiosas es el servicio de la autoridad según el Evangelio.