9 de mayo, 2013. (Romereports.com) Una vida dedicada a servir a los más olvidados, así se describe la vida de la monja mexicana María Guadalupe García Zavala, conocida como la Madre Lupita. Su gran dedicación a los más necesitados y su entrega a Dios han permitido que se convierta en la segunda santa mexicana.
MONS. ÓSCAR BARBA
Postulador, Madre Lupita
“El camino de la Madre Lupita fue, su camino de santidad, fue un camino de sencillez, de humildad, de una grande sensibilidad por los pobres, por los enfermos y sobre todo por los pobres enfermos”.
Nació en 1878, en el estado mexicano de Jalisco. La Madre Lupita es la co-fundadora de la congregación Siervas de Santa Margarita María y de los Pobres.
Su trabajó se hizo más difícil, incluso peligroso, cuando estalló la Revolución mexicana en 1910. Y diez años más tarde, con la persecución religiosa conocida como Guerra Cristera. Sin embargo, ella no dejó de cuidar a los pobres.
MONS. ÓSCAR BARBA
Postulador, Madre Lupita
“En el hospital no solamente recibía a los cristeros, a los católicos, sino también a los soldados por que para ella, la caridad era para todos”.
Tras 60 años trabajando en su congregación, la Madre Lupita falleció en 1963. Poco tiempo después, se abrió su proceso de canonización. En 2002, el Vaticano confirmó el primer milagro atribuido a su intercesión. Dos años después, en 2004, Juan Pablo II la beatificó.
En esa época, una mujer de 80 años fue hospitalizada con un derrame cerebral. Su familia rezó ante la tumba de la Madre Lupita pidiendo por su curación.
MONS. ÓSCAR BARBA
Postulador, Madre Lupita
“Fue una curación como la pide la Congregación para la Causa de los Santos: inmediata completa y permanente”.
Aunque el anuncio de su canonización fue eclipsado por la noticia de la renuncia de Benedicto XVI, ahora será el Papa Francisco -un Papa latinoamericano- el que la elevará a los altares.
Ese mismo día también serán canonizados un grupo de mártires italianos y la primera santa colombiana, la Madre Laura. Para el postulador de la monja mexicana, la alegría de la celebración se conjuga con un gran sentido de responsabilidad.
MONS. ÓSCAR BARBA
Postulador, Madre Lupita
“Siento más el compromiso de ser más del Señor, de acercarme más a Él porque veo el trabajo de estas personas santas y bueno, el compromiso; y la pregunta es ¿por qué no soy santo?”.
El legado de la Madre Lupita en el servicio a los pobres y enfermos se ha expandido por todo el mundo. Además de en su país natal, la congregación trabaja en Perú, Islandia, Grecia e Italia.
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