El presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización; desde que llegó el pontífice argentino se han duplicado tanto las asistencias como las citas
DOMENICO AGASSO JRTURÍN
El Papa Francisco se está dando todo y a todos: al mundo y, en particular, a los débiles, indefensos y que sufren. Es por este motivo que las personas “compiten” para acercársele. Y es por este motivo que, desde que llegó el Pontífice, la asistencia a los eventos del Año de la Fe se han duplicado. Además, la Curia romana necesita reformas, porque el Concilio Vaticano II dice que toda la Iglesia, y no solo la Curia, debe ser reformada. Fue lo que dijo mons. Salvatore (Rino) Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, en el Salón Internacional del Libro de Turín, durante una entrevista con Vatican Insider, al margen de la conferencia que dictó sobre el tema “¿A qué sirve la fe?”.
Excelencia, ¿cuáles son los aspectos que subrayaría de estos primeros dos meses del pontificado de Papa Francisco?
La sencillez con la que el Papa Fransisco se presenta a todos y el entusiasmo y el amor de las personas que no solo lo han acogido, sino que “compiten” para poderlo escuchar, para poderlo ver, para poderlo tocar. Creo que es una dimensión, esta, muy importante; lo puedo decir en este Año de la Fe, en donde todos los números de las personas inscritas a los eventos están “saltando” completamente, en el sentido positivo, porque se han duplicado, y esto se debe a la presencia del Papa Francisco.
Bergoglio es el Papa de los pobres, de los últimos, de los que están al margen…
Una nota que me parece importante subrayar es justamente la afabilidad, la ternura con la que el Papa Francisco se acerca a todos los enfermos, a los niños, a las personas más débiles, más indefensas, que sufren la enfermedad. Francisco no está retrocediendo de ninguna manera, es una persona que se está dando por completo, y creo que esto se percibe entre la gente.
¿Es necesaria una imagen más ágil y transparente de la Curia romana? ¿Hay que reformarla?
El Concilio Vaticano II dice que la Iglesia debe reformarse siempre, así que, imagínese si la Curia, que es una estructura inserta en el tiempo, en la historia, no tendría que ser reformada. También tiene que ser reformada. Y los primeros que están convencidos de la reforma somos nosotros que trabajamos en ella. Pero esta es la parte menos importante: la Iglesia siempre necesita reformas, necesita convertirse, apostar por lo esencial, de lo contrario no será capaz de llevar a cabo con eficacioa la nueva evangelización.
El Papa emérito, Benedicto XVI, ahora vive muy cerca del Pontífice. ¿Qué opina?
Benedicto XVI se retiró completamente en el silencio, en una zona del Vaticano muy reservada. Forma parte de su carácter, de su estilo. E incluso gracias a esta forma de ser tan delicada no habrá malos entendidos: el Papa es solo uno. Subrayo: en la Ciudad del Vaticano hay un solo Papa.
Vatican Insider
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