Quiénes son los nuevos “purpurados” de América Latina
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZCIUDAD DEL VATICANO
Es el país más pobre del Continente Americano, históricamente golpeado por tragedias y desastres naturales. Gracias a Francisco Haití tendrá un nuevo cardenal. Se trata del obispo de Les Cayes y presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, Chibly Langlois. Él es uno de los siete nuevos “purpurados” originarios de América en el primer Consistorio del Papa argentino.
En la fiesta de la Cátedra de San Pedro, el próximo 22 de febrero, recibirán el birrete colorado 19 nuevos cardenales, 16 electores (con menos de 80 años) y tres no electores (mayores). La “delegación” más numerosa corresponde a los americanos: del sur, del centro y del norte. Con una clamorosa ausencia: Estados Unidos.
En cambio la sorpresa vino de la periferia, tan apreciada por Jorge Mario Bergoglio. No obstante su historia lacerada por una dictadura y constantes tragedias (como el terremoto de 2010), Haití estará representada en el Colegio Cardenalicio por Langlois, de 55 años, ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1991 y licenciado en teología pastoral por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.
Antes de haber sido designado como obispo de Les Cayes el 15 de agosto de 2011 por Benedicto XVI, había sido elegido obispo de Fort-Liberté el 8 de abril de 2004 por el Papa Juan Pablo II.
De las Antillas proviene otra de las sorpresas del Consistorio. La pequeña isla de Santa Lucía también tendrá un cardenal, el primero de su historia. Aunque nunca entrará en un Cónclave, por ser mayor de 80 años, Kelvin Edward Felix recibirá el birrete colorado.
El arzobispo emérito de Castries nació en Dominica en 1933 y fue el primer sacerdote católico en ser ordenado en su país, el 8 de abril de 1956. Estudió en Estados Unidos (Universidad de Notre Dame) y en Inglaterra (Universidad de Bradford). En 1981 fue elegido obispo de Castries, diócesis que gobernó por casi 27 años, hasta 2008.
Se desempeñó como presidente de la Conferencia de las Iglesias del Caribe y presidente de la Conferencia Episcopal de las Antillas. Fue también miembro de los pontificios consejos para la Familia, para el Diálogo Interreligioso y del Consejo Sinodal para América, todos organismos de la Santa Sede.
El área de Centroamérica tendrá un “purpurado más”: Leopoldo José Brenes Solórzano (64 años), arzobispo de Managua en Nicaragua. Ordenado sacerdote en 1974, catorce años más tarde fue designado obispo auxiliar de Managua. En 1991 fue trasladado como pastor de la diócesis de Matagalpa y el 12 de marzo de 2005 volvió a la capital nicaragüense como nuevo arzobispo en sustitución de Miguel Obando Bravo, el otro cardenal de su país.
El resto de los cardenales de América en el primer Consistorio de Francisco eran previsibles. Sobre todo Mario Aurelio Poli, sucesor de Jorge Mario Bergoglio al mando de la Arquidiócesis de Buenos Aires en Argentina. Su nombramiento fue el primero del nuevo Papa, apenas 15 días después de ser elegido el 13 de marzo de 2013. Con él suman cuatro los “purpurados argentinos”, dos electores (Poli y Leonardo Sandri) y dos mayores (Estanislao Esteban Karlic y Jorge Mario Mejía).
Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Santiago de Chile, tiene una buena amistad con el Papa desde hace años. Ambos trabajaron juntos en la conferencia de obispos de América Latina que se celebró en Aparecida (Brasil) en 2007. El prelado chileno pertenece a la orden salesiana y es actual presidente de la Conferencia Episcopal de su país.
A ellos se suma Orani João Tempesta, arzobispo de Río de Janeiro responsable de la organización de la más reciente Jornada Mundial de la Juventud en julio pasado y quien recibió en Brasil al Papa. Así como Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Québec en Canadá.
Vatican insider
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