No se puede olvidar esta batalla. Nos va en ello la vida a las organizaciones alternativas. Es la astuta manera que adopta el capitalismo en todas sus épocas para confundir a los movimientos sociales de resistencia, intercalándose en sus filas. Lo hace vía cooptación de dirigentes y/o financiación aparentemente gratuita. Es el llamado “filantrocapitalismo”, que sigue muy activo.
No son las únicas, ni las más antiguas, pero son las que merodean con más éxito por España y Latinoamérica, me refiero a las denominadas Avina y Ashoka, ambas en alianza estratégica. Las dos han penetrado en muchos movimientos sociales de reconocido prestigio, han agujereado las organizaciones como si de un queso de Gruyere se tratase, y como han cogido por sorpresa a los integrantes, y las entidades no cuentan con reglamentos de incompatibilidades adecuados, ahí tenemos a movimientos señeros cuyos dirigentes se dicen anticapitalistas y son socios de Avina /Ashoka (sic).
¿Son estos tiempos de posmodernidad propicios para servir a dos señores? Avina está fundada, sostenida y alentada por el suizo Schmidheiny, un criminal condenado en un tribunal de Turín (Italia) a 18 años de cárcel y 100 millones de euros de indemnizaciones, el pasado mes de junio. Ha matado de manera doloso (así es la sentencia) a más de dos mil personas en solo tres fábricas de amianto de Italia. Pero entre él mismo y la familia que le precedió en el letal negocio, desde principio del siglo XX, tienen a sus espaldas decenas de miles de muertos cuando ya sabían de la fatalidad de este mineral. El fiscal Guariniello que había llevado el caso, en medio de la vista consideró que debía revisar al alza las penas solicitadas en el primer juicio y pidió 20 años de cárcel para los imputados (las máximas), porque, dijo: “Pude volver a leer las sentencias del Tribunal Superior pronunciado en los casos más graves de los desastres y muertes, y me di cuenta que no era nada comparado con un desastre como el que se revivía en el curso de este juicio”. Un genocida. Se busca.
Los amigos, socios líderes de Avina y beneficiados que no han condenado públicamente su alianza con un criminal ¿qué argumento ético posmoderno podrán exhibir ante tal infamia?
Ashoka esta presidida en España por un dirigente procedente de la banca JP Morgan (Rockefeller), entidad recientemente multada con 1.700 millones de dólares por coadyuvar al robo piramidal perpetrado por Madoff. Está asociada con Monsanto, Bill Gates y Rockefeller para llevar a África semillas transgénicas. La española Plataforma Rural ha condenado esta alianza diciendo que es “un intento asesino” para el continente. El disparate consiste en que el presidente de esa Plataforma Rural denunciante, Jerónimo Aguado, era, a la vez, socio de Ashoka y colaborador de AVINA (sic). De nuevo la compatibilidad ética de servir a dos señores antagónicos. Estos son los acontecimientos más relevantes en este capítulo del año que ha terminado:
1º. Schmidheiny (Avina) condenado en segunda instancia a 18 años de cárcel y a 100 millones de euros en indemnizaciones.
Este año que dobla, en el pasado tres de junio, ha visto como en segunda instancia la demanda del industrial suizo, fundador de AVINA, que había sido sentenciado a 16 años de cárcel en primera instancia, se elevaba a 18 años. Está pendiente del Supremo en casación, es decir en una instancia que ya no revisa los hechos sino el procedimiento y las posibles sentencias contradictorias. La ratificación es ya lo más probable.
Durante la tercera audiencia celebrada el 19 de febrero de 2013, el juez Oggé comparó la estrategia de Eternit (Schmidheiny) con la estrategia nazi de deportar judíos a Madagascar (1939 a 1941), un plan que más tarde fue reemplazado por las deportaciones a los campos de exterminio. El diario la Stampa era muy contundente, decía al día siguiente: “paralelo entre Schmidheiny y Hitler”
Por esta razón se le ha dado en llamar “el nazi del amianto”. Calificativo bastante bien orientado habida cuenta que ha heredado la inmensa fortuna de su familia, que en parte se hizo en la Alemania nazi, en cuyas fábricas los Schmidheiny utilizaron prisioneros de guerra como obra de mano esclava, según ha documentado con testigos y papeles la periodista suiza Maria Roselli(1).
2º. Las víctimas de todo el mundo solicitan a las instituciones que han distinguido al magnate del amianto y fundador de Avina que lo degraden. Vista la ignominia de Schmidheiny, las asociaciones de víctimas coordinadas por todo el mundo están tratando de presionar a las entidades que han condecorado al filántropo para que le retiren la distinción. Tales son, por el momento, los honores recibidos en la Universidad de Yale, en el estado de Brasil y en la universidad jesuita de Venezuela. El abogado Meisenkothen, que lleva la causa en EEUU de las Asociaciones de víctimas del amianto, escribía el pasado diciembre a la Universidad de Yale diciéndole: “el 30 de octubre de este año usted escribió que después de un cuidadoso examen de los archivos de la Universidad de Yale, que no hemos encontrado ninguna subvención del Sr. Schmidheiny o de Eternit o de la Fundación Avina. En cambio, parece claro que Stephan Schmidheiny dio a Yale un importante apoyo financiero en 1997 y, más importante aún, en el verano de 1996, cuando se le concedió un doctorado honoris causa”. Yale ha terminado aceptando la veracidad del donativo, pero de momento, no accede a retirarle la distinción.
Igualmente, a golpe de talonario, consiguió el doctorado honoris causa de la universidad jesuita Andrés Bello de Caracas. El propio rector, Luis de Ugalde s.j., lo confirma: “del 3 al 5 de abril de 1998, nos reunimos en la Alquería, su casa de Mallorca, cuatro jesuitas latinoamericanos con Stephan (...) este encuentro se convirtió en anual y al grupo se llamó “Grupo Palmera”. El 19 de abril, mientras desayunábamos en el parque Cachamay, Schmidheiny me prometió en firme el solicitado préstamo de cuatro millones de dólares a diez años y sin intereses; serían entregados por la Fundación Avina en los tres primeros años (1998-2000)” En 2001 es investido doctor honoris causa por el propio padre Ugalde s.j. De momento, las víctimas tampoco han conseguido que la católica universidad lo degrade. ¿Llegarán allí los nuevos aires del papa Francisco s.j.?
3º. Las víctimas tratan de que Schmidheiny cumpla la condena de Turín. La pena impuesta es doble: 18 años de cárcel y 100 millones de euros por la matanza de más de dos mil personas. Como no paga ni se ha presentado al juicio, las asociaciones tratan de obtener una orden de búsqueda y captura y, además, rastrear sus bienes por todo el mundo para poder cobrarse. Esta faena de buscar bienes es harto difícil porque, por ejemplo, de lo rastreado en España en los registros mercantiles y de la propiedad no hay la menor huella del personaje. Todo está a nombre de sociedades. Es el caso de la mencionada Alquería de Mallorca, en la carretera de Andraitx a Capdella, s/n km 4, (propiedad del interesado, palabra de jesuita) que está a nombre de una sociedad, con un socio único que es … otra sociedad. (Es curioso que en el BOE de creación de Avina en España el domicilio social que aparece es el mismo de la Alquería). Con solo esta propiedad podría pagarse la indemnización completa. Según Forbes este magnate ocupa este año el número 458 de su lista.
4º. Víctimas del amianto abandonadas por el mundo
En noviembre nos llegó la noticia desde el Líbano (podría haber sido desde cualquier otra parte pues en todas partes hacen lo mismo) que la fábrica de amianto de Schmidheiny, que fue vendida a bajo precio, terminó cerrando por quiebra en 1996 y en la actualidad continúa como se ve en la foto: con cientos de tuberías al aire libre esparcidas por los alrededores causando nuevas muertes. Hasta ahora, y solo en un distrito del norte del país, ha producido más de 300 muertes y cerca de 700 enfermos de cáncer. Ninguna de las víctimas ha recibido indemnizaciones ni de la justicia ni de la empresa ni del estado y cuando se han dirigido a Schmidheiny no les ha contestado, como ha hecho siempre con las interpelaciones de las víctimas de todo el mundo.
(Nicaragua, Brasil, Sudáfrica, etc.)
5º. El parlamento Europeo insta a un desamiantado seguro para 2028 A la vista, como acabamos de referir, de los graves problemas pendientes de desamiantado, como también ocurre en la actualidad en Valladolid, el pasado 24 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó por inmensa mayoría una resolución en la que, entre otros muchos asuntos de interés relacionados con la situación del asbesto en el mundo, “ insta a la UE a que realice una evaluación de impacto y un análisis de costes y beneficios de la posibilidad de crear planes de acción para la eliminación segura del amianto de los edificios públicos y de aquellos en los que se prestan servicios de acceso público antes de 2028, y a que facilite información y orientación para alentar a los propietarios privados de viviendas a auditar y evaluar el riesgo de las mismas en busca de asbesto, siguiendo el ejemplo de Polonia”(2).
6º. El 2º Congreso Latinoamericano y 1º Internacional de salud socioambiental de Rosario (Argentina), celebrado entre 25 a 28 junio de 2013, da paso alfilantrocapitalismo como ponencia central. Organizado bianualmente por la facultad de medicina de Rosario, con la participación de 500 personas y 60 panelistas, en el núcleo central de las cinco conferencias principales ha habido un lugar para el filantrocapitalismo, el amianto y la salud. Junto a Seralini (glifosato), Marie-Monique Robin (venenos), Miguel Jara (salud) y Andrés Carrasco (transgénicos) actuó Paco Puche (filantrocapitalismo).
El reconocimiento a este alto nivel de la importancia de la infiltración del gran capital en los movimientos sociales de Latinoamérica, se debe a que el continente americano es una de las piezas claves que persiguen fundaciones del gran capital, dada la situación de las distintas revoluciones en el citado continente y de la importancia de sus recursos. España les sirve de puente, por eso Avina/Ashoka conectaron a principios de los años 2000 con gente como Víctor Viñuales, de la ONG Ecodes, que figura en su biografía como “miembro del Consejo asesor de Puentes Internacionales de la Fundación Avina”, a la vez que como miembro del Consejo asesor de Inditex y del Consejo de Greenpeace, todo un refrito que explica muy bien las alianzas entre el gran capital, Avina y los movimientos sociales. También cooptó desde el principio a Pedro Arrojo, de la Fundación Nueva Cultura del Agua, que hizo también de puente con Latinoamérica.
7º. El filantrocapitalismo en la Universidad de verano de la Granja organizada por Izquierda Anticapitalista Siguiendo el ejemplo de Rosario, este verano en la Granja (Segovia) Izquierda Anticapitalista ha dedicado un seminario al tema del filantrocapitalismo, que ha despertado enorme interés entre los participantes. Más de 50 personas escuchando durante dos horas las explicaciones de Daniel García sobre la naturaleza de estas fundaciones y sus conexiones con el gran capital. Este programa continuará y de momento se ha expuesto en Pamplona y Valladolid.
Se ha abierto también un blog especializado en el filantrocapitalismo llamado “filantropógafos” para dedicarse monográficamente a este asunto. 8º. Ashokapenetra en profundidad en Izquierda Unida (IU): el caso de Ainhoa Zamora Como decíamos, las fundaciones del gran capital siguen su marcha, tienen dinero de sobra para asalariar gente y tienen todo el interés del mundo en reducir la potencia de las alternativas. La penetración que han hecho en IU ha sido de lo más llamativa.
Primero han logrado que desde las páginas de IU se haga promoción de Ashoka, sin más indagaciones, teniendo una página permanente de propaganda de la filantrópica desde 2007(3). Pero, sobre todo, han cooptado desde el pasado año a Ainhoa Zamora como una de las seis personas que dirigen la fundación del gran capital en España(4), especialmente contratada para “liderar el proyecto de Jóvenes Changemakers y también lidera la relación con los Emprendedores Sociales”. En la actualidad, desde Ashoka y en colaboración con el BBVA, promociona un “concurso iberoamericano de ideas para cambiar el mundo”. De nuevo de puente con Latinoamérica.
Esta persona ostenta los siguientes puestos en IU: en febrero de 2011, en la IV Conferencia de Jóvenes IUCM, es elegida como una de las nueve personas de la dirección para los próximos tres años; y en las elecciones generales de 2011 aparece la última en las listas de IU por Madrid, que encabeza Cayo Lara. No es una militante desconocida, pertenece a la cúpula de IU y de ahí pasa a dirigir, sin solución de continuidad, una fundación del filantrocapitalismode lo más antagónico a IU. No ha tenido tiempo ni para cambiarse de chaqueta.
Para completar el queso de Gruyere, hay que hacer constar que Ainhoa Zamora es elegida en 2012 como Secretaria nacional de la ONG “Acsur las Segovias”. Ashoka/Avina hacen las delicias con este movimiento alternativo tan manso, colaborador y legitimador.
9º. Monsanto en España y los movimientos sociales Por los documentos filtrados por Wikileaks sabemos que “España es el mayor aliado" de EE UU en su pugna a favor de los transgénicos en Europa”, como informaba el País el pasado 19 de diciembre de 2010. "El Gobierno de España ha sido tradicionalmente un gran defensor del maíz biotecnológico”, se dice en un cable de la embajada USA en España. Se refiere a cualquier gobierno. Por esta y otras razones, en nuestro país en 2013 se cultivaban 138.543 hectáreas en total de OGM, que suponen más del 90% de todo el sembrado genéticamente modificado de la UE, y, el último año, ha crecido a un ritmo del 20%, según datos de Ministerio de Agricultura. Igualmente acapara el 67% de los experimentos al aire libre de toda la UE.
En julio salta la noticia de que Monsanto se retira de Europa, excepto de España y Portugal. Con razón a España se le ha llamado “la última colonia de Monsanto”(5).
¿Y qué hemos hecho mal para ser los últimos del pelotón de toda la UE cuando se trata de resistir el poder de las multinacionales de los transgénicos? Ya decían los cables de Wikileaks que los gobiernos del PSOE y del PP son buenos aliados de las multinacionales transgénicas; también sabemos por las encuestas que el rechazo de la población a este tipo de alimentos está algo retrasado en España respecto a la media de la UE; pero también contamos en España con la presencia notable de las fundaciones del filantrocapitalismo, especialmente el tándem Avina/Ashoka(6), cosa que en el resto de países de la UE no es así. Estas fundaciones del amianto y de los transgénicos(7) han penetrado profundamente en los movimientos sociales alternativos como hemos dicho(8).
A la vista de los fatales resultados, es obvio, que los movimientos sociales hasta ahora sedicentes antitransgénicos deberían hacer una revisión a fondo de sus estrategias, de sus alianzas y de sus dirigentes, pues se da el caso bochornoso que la Plataforma Rural, la mayor entidad antitransgénica del país, que agrupa a organizaciones tan relevantes que la COAG, Greenpeace, Caritas, Cifaes, Ecologistas en Acción y un largo etcétera, ha tenido desde su creación, hace unos quince años, al mismo presidente en la persona de Jerónimo Aguado, colaborador de Avina y socio de Ashoka. Así, en connivencia con aliados de Monsanto, no se puede dinamizar un organismo antitransgénico.
10º. De cómo hemos quedado esperando este 2013 a que los movimientos alternativos aliados con Avina/Ashoka rechacen públicamente a estas fundaciones del gran capital del amianto y de los transgénicos.
A excepción de la Fundación Nueva Cultura del Agua, que se ha desligado públicamente de la fundación Avina, ni Greenpeace, ni Cifaes de Amayuelas ni la Universidad Paulo Freire, han podido o querido hacer una declaración pública de rechazo y distancia de sus antiguos aliados, a pasar de que la condición filantrocapitalista de Avina y Asoka es ya pública y notoria y de que la Plataforma Rural ha llamado “asesino” al comportamiento de Ashoka en África.
Sospechamos que la propaganda que hacen estas fundaciones de hacer con sus socios contratos de por vida es más que un farol y que como exigen en sus condiciones de participación en Ashoka “al enviar cualquier información, datos, texto, software, música, sonido, fotografías, gráficos, videos, mensajes y otros materiales (“contenido”) a través de este sitio web, otorgo a Ashoka una licencia no exclusiva, perpetua, irrevocable y totalmente desembolsada, la licencia libre de regalías para usar”. Las víctimas del amianto y de los transgénicos esperan las rectificaciones públicas y el rechazo de los movimientos aliados con el filantrocapitalismo.
Coda
El filantrocapitalismo por naturaleza tratará de infiltrarse en los movimientos sociales, por ello, para protegerse, los movimientos alternativos y de resistencia no tienen más remedio que de dotarse de medidas estatutarias que formulen incompatibilidades especificas con las fundaciones antagonistas, y han de limitar los mandatos de las cúpulas. De camino, mejorar la calidad de sus democracias internas y tolerar las autocríticas.
En 2014 el filantrocapitalismo no desaparecerá pero estará mermado de condiciones, a la vista de lo que espera a uno de sus máximos valedores y financiadores, el magnate de Avina, Stephan Schmidheiny. No obstante, habrá que seguir vigilantes.
Notas:
1 Roselli, M. (2011): La mentira del amianto. Fortunas y delitos, Ediciones del Genal, Málaga, pp. 89 y ss
2 El texto completo se puede ver en: http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+TA+P7-TA-2013-0093+0+DOC+XML+V0//ES
5 Lucía Villa: Público.es , 4 de agosto de 2013
6 Avina solo está en Suiza, Ashoka se está extendiendo ya por Europa
7 Avina cuenta entre su socios-líderes a Gustavo Grobocopatel, el llamado “rey de la soja transgénica” en Argentina, con varios cientos de miles de hectáreas sembradas. Ashoka está en el AGRA.
Paco Puche
ECO
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