Este 31 de agosto es el 5° aniversario de la Pascua del Cardenal Carlo María Martini, jesuita, que fue Arzobispo de Milán, muy conocido por sus libros de Espiritualidad Ignaciana, unidos a su conocimiento tan profundo de la Sagrada Escritura. En el día de su homenaje, compartimos un fragmento de una de sus meditaciones del libro "Por los caminos del Señor"
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“Te damos gracias Señor, porque tu Palabra, pronunciada hace dos mil años, sigue viva y eficaz en medio de nosotros.
Reconocemos nuestra impotencia e incapacidad para comprenderla y dejarla vivir en nosotros. Pero ella es más fuerte y poderosa que nuestras debilidades, más eficaz que nuestra fragilidad, más penetrante que nuestras resistencias.
Por eso te pedimos que nos ilumine tu Palabra, para que la tomemos en serio y abramos nuestra inteligencia a lo que nos comunica; para que confiemos en ella a lo largo de toda nuestra vida y la dejemos actuar en nosotros conforme a la riqueza de su poder.
Madre de Jesús, que te entregaste sin reserva alguna pidiendo que se hiciera realidad en ti la Palabra que se te anunciaba, danos el espíritu de disponibilidad para que podamos encontrar la verdad en nosotros mismos. Concédenos la gracia de poder ayudar a cada cual a encontrar la verdad de Dios sobre sí mismo; haz que la encuentren plenamente el mundo y la sociedad en que vivimos y a los que queremos servir humildemente.
Te lo pedimos Padre, por Jesucristo, tu Palabra encarnada, por su Muerte y Resurrección y por el Espíritu Santo, que renueva constantemente en nosotros la fuerza de esta Palabra, ahora y por siempre. Amén”. Carlo Maria Martini.
Sus libros que no los escribió él, sino que son desgrabaciones que la gente hizo de sus reflexiones y ejercicios espirituales, traducidas y publicadas en muchísimas lenguas. En este texto que habla de la Palabra que se refiera a Jesucristo, decir Palabra con mayúscula es lo mismo que decir Evangelio de Jesús. Y nos recuerda, entonces, el Cardenal Martini, despues de 5 años, aquello que Francisco nos repite constantemente de llevar el Evangelio en el bolsillo para leer aunque sea un versículo cada día.
(Mireia Bonilla para RV)
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