Estamos a comienzos de la Cuaresma, el tiempo en que la Iglesia nos invita a probar nuestra libertad, y a preguntarnos si la ejercemos o no, y si esa decisión la tomamos en libertad.
Pruébenla con la murmuración, el alcoholismo, hablando sólo de sí mismo, robando, apostando y otros hábitos que arrinconan nuestra libertad.
¿Con qué hábitos se hace difícil para los demás vivir conmigo?
La Cuaresma nos ayuda a recuperar el control de nuestras vidas, especialmente en áreas que dañan a otros. No admiramos a personas cuyos apetitos o hábitos los conducen como corderos. Casi todos tenemos hábitos, incluso adicciones, que nos alejan de Dios y causan daño a nosotros y a los demás.
Estas siete semanas previas a la Pascua de Resurrección nos ayudarán a enfocar nuestra energía en la búsqueda de ser mejores.
De Espacio Sagrado
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