XIWANZI- La Asociación Patriótica China ha lanzado una violenta campaña contra la Iglesia católica clandestina en la diócesis de Xiwanzi (provincia de Hebei, a unos 260 kilómetros al norte de Pekín), según ha informado la agencia OMPress.
La Policía, presionada por las autoridades locales, ha puesto en práctica una verdadera «caza al sacerdote», buscando a los clérigos clandestinos puerta por puerta para obligarles a inscribirse en la Asociación Patriótica. Los fieles que no colaboran son arrestados y pierden su trabajo, y a quien posee un negocio se le obliga a cerrar.
El obispo auxiliar de la diócesis, monseñor Yao Liang, permanece en paradero desconocido desde que fuera detenido por la Policía el 30 de julio pasado. En prisión se encuentran también 20 fieles y 2 sacerdotes. A través de un comunicado difundido por la agencia AsiaNews, los cristianos chinos han pedido «que se rece por nosotros, para que la fe cristiana en China sea verdaderamente libre».
La diócesis de Xiwanzi cuenta con quince mil fieles. El 28 de julio pasado, los católicos se preparaban para una peregrinación al monte Muozi, en la provincia china de Mongolia Interior, una tradición que se ha repetido en los últimos 100 años. Pero este año, por primera vez, la Policía la prohibió, vigilando todas las iglesias las 24 horas del día. Dos días después, la oficina de Asuntos Religiosos invitó a monseñor Yao Liang a Zhangjiakou (la capital de la provincia) para «discutir sobre la restitución de algunas propiedades de la Iglesia». Sin embargo, tras la reunión, el prelado desapareció. «Han engañado al obispo -afirma el comunicado- y hasta ahora no tenemos ninguna noticia de él».
Fuente: La Razón Digital
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