¿En qué estamos los jesuitas de la CG35?
Rafael Velasco, sj
Buscando las palabras de “la íntima apuesta”…“¿Qué pasa, no han sacado todavía ningún documento?”; preguntó un impaciente jesuita. “¡Calma!”, fue la respuesta, “todavía no”.“Entonces, ¿en qué están los jesuitas de la CG 35? ¿Qué está pasando?”
¿En qué estamos los Congregados? Un poeta latinoamericano dice: “Son pocas las palabras que sostienen la realidad / y que podrían destruirla con su sola ausencia./ Son las que utilizamos para explicar nuestra porción del mundo/; Las palabras de nuestra convicción/ de nuestra íntima apuesta”.
¿En qué estamos en estos días? Estamos dialogando de lleno sobre aquello que expresa “nuestra íntima apuesta”, sobre aquello que nos apasiona y que sostiene nuestra realidad como jesuitas: nuestra Misión. Misión que recibimos de Cristo, en su Iglesia, pero para vivir en el mundo. Ese ancho mundo que se va desplegado ante los ojos de los Congregados: desde África, y la pregunta ¿Qué hemos hecho, por Cristo en África?, ¿qué hacemos?, ¿qué debemos hacer por Cristo en el África?; hasta la China inmensa y milenaria; pasando por la preocupación por la Juventud, y nuestro modo de acercarnos auténticamente a los jóvenes, o las encrucijadas que nos presenta el diálogo interreligioso, o su ausencia: el fundamentalismo.
Reflexionamos sobre el apostolado intelectual, esencial para dialogar con el mundo de las ciencias y la cultura, para transitar esas fronteras en las que hemos de anunciar la Buena Noticia de Jesús, como compañeros de camino de tantos hombres y mujeres, y no como vigías. Estamos, también, reflexionado sobre nuestra vida de comunidad como Misión, como esencial a nuestra misión y no sólo para la misión; pasando por las cenizas penitenciales, que nos recuerdan que debemos convertirnos “por que el Reino de Dios se nos ha acercado”…
En fin, que a lo largo de los días se nos ha ido desplegando la mirada hacia “toda la planicie o redondez de la tierra… tan diversa en trajes como en gestos” Y vamos viendo…tantas cosas, y nosotros en la contemplación, adentro, no fuera, no como espectadores, sino como quienes estamos llamados comprometernos para ser parte de este misterio de Encarnación que es Buena Noticia.
También los borradores de decretos van apareciendo; y con ellos, las palabras van intentando decir nuestra convicción: vamos ensayando respuestas al “clamor de la misión”.
La oración en común al comenzar cada sesión y las misas compartidas, ayudan a centrarnos en lo que estamos haciendo: esto no es la reunión del directorio de una ONG.
Nos ocupa -y nos preocupa- encontrar qué quiere decirnos Dios a los jesuitas, hoy, en este mundo, en esta Iglesia.
La oración nos devuelve a la Palabra Fundamental que sostiene “nuestra íntima apuesta”, la Palabra hecha carne.
Entonces, ¿en qué estamos los jesuitas de la CG 35? En eso: entregados a “nuestra íntima apuesta”: tratar de hallar la voluntad de Dios…para dejarnos conducir por Él en la misión.
Fuente: sjweb35
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