[27/02/2008] Las redes son un aspecto fundamental de cualquier organización internacional y la Compañía de Jesús no ha sido una excepción durante los últimos 500 años.
Tal como señala Nicolás Standaert SJ en su artículo en estas páginas (14 de febrero de 2008), las nuevas tecnologías han provisto las herramientas, pero los Jesuitas están “batallando con estos cambios; cambios que no elegimos”. Pedimos a Mark Raper SJ, actual provincial de Australia, compartir sus experiencias e intuiciones con nosotros.
Para hacer comparable su experiencia de trabajo en red a escala internacional, el P Raper recordó el tiempo en que ingresó a los Jesuitas: “Incluso en aquella época, en los 60s, había Jesuitas que hablaban de “el mundo”. Por tanto, había un visión del mundo en ese tiempo, pero totalmente diferente a la visión actual que es información instantánea e instantánea capacidad para participar en eventos al otro lado del mundo.” Describiendo la fase inicial del Servicio Jesuita a Refugiados, dijo: “Descubrimos que la Compañía tenía una formidable capacidad de unirse en torno a un tema común. El todo es mayor que las partes, por tanto las acciones lanzadas por la institución frente una problemática particular eran extraordinariamente exitosas”.
Las grandes oportunidades para los Jesuitas, de acuerdo al P. Raper, surgen del hecho de que “estamos enraizados en un montón de lugares. La capacidad de usar las ventajas de estar profundamente insertados en tantas partes y de actuar en común es algo que recién estamos entendiendo”. Consecuentemente, el reto obvio es construir la capacidad de actuar internacionalmente: “Tenemos una muy fuerte tradición de provincias en la compañía. No digo que las provincias han muerto, las necesitamos, necesitamos enraizamiento y pertenencia local. Lo internacional implica lo nacional, la universalidad implica la capacidad de estar en alguna parte, por tanto tenemos un montón que aprender, realmente mucho que aprender. Y eso implica ahora muy grandes cambios para nuestras Conferencias, para nuestra cooperación regional. Si logramos que eso funcione bien podremos operar mejor a escala internacional.
”La JRS no es solamente un ejemplo del trabajo de una red internacional dentro de la Compañía de Jesús, también incorpora uno de los más importantes principios de la doctrina social de la Iglesia: la centralidad de la persona humana en todas nuestras acciones. “Resulta interesante que, en el caso de los refugiados, nuestra realidad y la de la Iglesia es que somos comunidades locales vinculadas internacionalmente. Ellos son personas conducidas desde sus comunidades, en una búsqueda internacional de comunidades; el ajuste es perfecto. El cuerpo de la Compañía es también el complemento perfecto para muchos problemas de las personas marginadas localmente: podemos ofrecerles comunidad local y podemos conectarlas internacionalmente. Conocemos sus raíces, sus orígenes, y sabemos a dónde han llegado. Podemos hacerlas entrar y ofrecerles un hogar.
”Cuando se le solicitó mencionar un caso concreto, el P. Raper mencionó un nuevo programa mediante el cual los refugiados pueden obtener grados académicos en universidades administradas por Jesuitas mientras están en un campo. “¡No tienes idea de lo que esto significa para ellos! Les da, a personas que están clavadas en un lugar del que no pueden moverse, una esperanza, un futuro, alguna orientación fuera del lugar en el que están atrapadas. Todo esto es posible relacionando nuestras instituciones (universidades jesuitas), pero fundamentalmente tenemos que tener gente en el campo, cara a cara con los refugiados; personas que comprendan sus vidas y necesidades. Esto no es resuelto únicamente mediante la tecnología sino incorporando tecnología en el soporte de las actividades que realizan las personas cara a cara, en sus comunidades”.
sjweb35
No comments:
Post a Comment