Después de la reciente guerra, el Líbano está viviendo una profunda crisis a causa de la falta de un presidente de la República. Por este motivo, Roma se unió en oración, durante una misa en ocasión de la fiesta de san Marón, monje del IV siglo y patrón de la Iglesia Maronita y del Líbano.
Entre los presentes en el Colegio Maronita, se encontraba también el cardenal Leonardo Sandri Prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales.
“Decir san Marón quiere decir Líbano. Elogiar a san Marón es reconocer la grandeza y las posibilidades actuales del Líbano”.Después de la misa, el cardenal Sandri dirigió unas palabras de bienvenida al cardenal Nasrallah Sfeir, Patriarca de los maronitas, y al pueblo libanés, en un momento tan difícil:
“Estoy muy contento de saludar cordialmente al patriarca Sfeir desde la sede del patriarcado maronita en Roma, después de haber celebrado la fiesta de san Marón".
"Quisiera decir también en este momento que hoy, especialmente, en estos días, hemos rezado por el Líbano, hemos rezado para que el Líbano encuentre el camino de la reconciliación y pueda hacer de nuevo sus instituciones y contribuir de este modo, al bien común de la nación.
Con el Papa oramos por el Líbano, pedimos al Señor por la intercesión de san Marón, paz y prosperidad para todos sus habitantes”.
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