Lucas 4: 38-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella. El, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles.
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella. El, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles.
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
La sinagoga era el lugar de encuentro de la localidad.
Al acudir a las sinagogas, Jesús estaba seguro de encontrarse con todos. Siempre buscaba a todos, e iba donde estaban.
Esta es la Encarnación, vigente todos los días.
Dios, en Jesús, llegó desde la Eternidad y desde el Cielo, para encontrar a los que se han perdido y a salvar a todos.
Está buscándonos constantemente.
Nuestra oración nos entrega un tiempo para estar con Él, por lo que estamos en casa cuando nos llama.
Él desea ser parte de nuestras vidas, tal como los amigos desean compartir sus vidas.
Espacio Sagrado
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