Monday, September 29, 2008

Hoy nace, caña salvaje, Miguel de Unamuno






Tal día como hoy, 29 de setiembre, nace en Bilbao Miguel de Unamuno (1864-1936). Su vocación lírica fue muy temprana, ya que siempre se sintió poeta y para él esta era la más noble tarea de un escritor. Sus trabajos en prosa se encuentran impregnados de sentimiento y sensibilidad de búsqueda de trascendencia y valores éticos. Escribir y publicar poesía le llegó tarde, siendo Rector de la Universidad salmantina. Así escribía a un amigo, en vísperas de la edición de su primer poemario "POESÍAS" (1907):




“Yo apenas escribí versos hasta pasar de los treinta años, y la mayoría de ellos, la casi totalidad, después de traspuestos los cuarenta... Son poesías de otoño, no de primavera.”





CAÑA SALVAJE



Vamos a referirnos hoy a un sólo poema, "CAÑA SALVAJE", publicado en "RIMAS DE DENTRO" (1923), poemario breve pero intenso. Seleccionaremos algunas estrofas, pues la obra es extensa. (Ver el texto completo pulsando aquí.)




Este año de gracia de 2008 celebramos el centenario de la escritura de tan desgarrados y tiernos versos (marzo de 1908). Nos ofrece su poética con el estilo, tan suyo, de escribir desde las vísceras, descuidando, a primera vista, la forma, la hojarasca, con la impertinencia de mostrarnos tantas veces las ásperas raíces, descarnadas, de una metafísica atormentada. ¡Cuidado con la fuerza salvaje de su impúdica expresión! Así la define José María Valverde:




“La poesía de Unamuno no es río apacible de anchas riberas, en el que al sumergirnos en sus aguas sentimos tan sólo la blanda caricia de la mansa corriente, sino avenida torrencial en la que vienen arrastradas ramas y piedras y, aún sin ellas, nos pone en riesgo de ser derribados con sus embates.”




Al definir su misión poética como actividad promovida por el soplo del Espíritu, se reconoce, Bautista por el desierto, como voz que clama perdida "en la selva sin senderos"...











CAÑA SALVAJE



¿Es que soy algo más que frágil caña


por la que sopla el viento?


El viento del Señor, del infinito,


sin arranque ni término.


Doblégate a su soplo


y déjale que en ti susurre o brame,


siempre a su modo.


¿Arte? ¿Qué es eso de arte?


¡No te hagas caramillo


,sigue de caña!


Caña simple, salvaje


,que cela con sus hojas


las aguas del arroyo


que no reposa.


No, no junto al camino,


a distraer el viaje


del peregrino,


no a alegrar las jornadas


del caminante,


sino aquí, en el retiro,


donde tan sólo llegan


de cuando en cuando


los que sin fin ni rumbo


vagan perdidos.


Y tú, caña salvaje,


darás a sus oídos


la voz del viento del Señor eterno,


del misterio los gritos.


Caña, mi caña,


ríndete al soplo del Señor, tu Espíritu


es el que en ti... no canta


sino que chilla,


zumba y susurra,


sin plan ni arte,


soplándote hoy de aquí y de allá mañana


,caña salvaje.


¡Caña, mi caña,


no te hagas caramillo,


sigue salvaje!


¡Nada de cortes,


sigue erguida y entera,


al albedrío de tu Dios rendida,


salvaje cuerda!


¡Cuerda sonora


de la lira viviente de la selva!


Lejos de los caminos


de artistas y viandantes,


por donde no trafican


buhoneros del arte,


donde los siervos del Señor se pierden


en la selva a que se entra


y no se sale,


la selva sin senderos,


como no sean


los que nos muestra el cielo,


los senderos de estrellas.


¡Caña, mi caña,


bajo el cielo estrellado


zumba de noche,


y a los pobres durmientes


el sueño rompe!


Caña salvaje,


¿qué tienes, dime, tú que hacer con eso


que llaman arte?


Caña, mi caña,


doblégate al Señor, que a su albedrío


El en ti canta;


en ti, caña salvaje,


sin plan alguno su poder ensaya;


juega contigo;


sé su juguete tú, mi pobre caña.




RUBÉN DARÍO DESCUBRE A UNAMUNO

A pesar de la crítica burlona de Miguel hacia Rubén Darío y la sonrisa ignorante de los universitarios de Salamanca y críticos literarios de la época, que hacen chacota de los versitos del Rector a sus cuarenta y tres años, el grandísimo poeta nicaragüense se interesa, desde el principio, por los escritos de Unamuno y los elogia apasionadamente.



A dos años de la edición de "POESÍAS", publica Darío un artículo en La Nación de Buenos Aires que puede considerarse el trompetazo de homenaje y reconocimiento más intenso hacia el lírico salmantino. Así escribía, por ejemplo, el padre del modernismo sobre el estilo literario de Unamuno: “No da superior importancia a la forma. Él quiere que se rompa la nuez, y vaya uno a lo que nutre. Que se hunda uno en el pozo de su espíritu y en el abismo de su corazón, para buscar allí tesoros aladínicos.”



Y cierra su escrito con este párrafo:

“Y ciertos versos que suenan como martillazos, me hacen pensar en el buen obrero del pensamiento que, con fragua encendida, el pecho desnudo y transparente el alma, lanza su himno, o su plegaria, al amanecer, a buscar a Dios en lo infinito.”



HOY ES LA FIESTA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL



Hoy celebra la iglesia la festividad de San Miguel Arcángel, Príncipe de los espíritus celestes, que dio el nombre a Unamuno. Os acerco una divertida y estravagante estampita del arcángel que derribó a Satanás y lo expulsó del cielo con ígnea espada (¿quién como Dios?). Sostiene en la mano izquierda la balanza de la divina justicia, con la que pesa las almas. El Ángel Caído intentará en vano inclinarla hacia su infernal abismo.


Nicolás de la Carrera

Del blog "Nido de Poesía"
El periodista Digital


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