Wednesday, September 10, 2008

Al anochecer, los invitamos a tener un encuentro con el Señor de la Vida


Lucas 6:20-23a
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: "Dichosos vosotros que sóis pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del Hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy

¿Creo realmente que nos llegan bendiciones por nuestras penurias, como la pobreza, el hambre, la tristeza, la hostilidad?
Jesús descubrió en su vida que las bendiciones abundan en todas partes, y que enriquecen nuestras vidas y las vidas de los que nos rodean.
No siempre sucederá así, sin embargo.
Podemos volvernos víctimas del pasado.
El sufrimiento nos puede convertir en mejores personas, o en personas amargas.
La felicidad y la satisfacción nos llega desde nuestro interior, y en la oración podemos ampliar nuestro espacio interior para la felicidad, de modo que todo en la vida será una bendición.
espacio Sagrado

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