Monday, September 22, 2008

Restos de Mons. Carlos González llegaron a la Catedral de Talca


Emotivos momentos se vivieron en el recorrido del cortejo fúnebre, ocasión en que los habitantes de la diócesis dieron un saludo final a quien fuera su Pastor. Sus exequias se celebrarán mañana martes a las 11:00 hrs.


Cerca de las 12:00 horas llegaron al principal templo de la Iglesia Católica de Talca los restos de Mons. Carlos González Cruchaga, los que fueron trasladados desde la capilla Santa Teresa de Los Andes del Caserío Lircay, recorriendo un amplio sector del barrio norte de la ciudad.


Niños, jóvenes, padres de familia, dueñas de casa, campesinos, profesionales, estudiantes y personas de la tercera edad se congregaron por las calles de la capital maulina para saludar la carroza que trasladó los restos del Obispo Emérito.


Durante el recorrido el dirigente campesino Carlos Verdugo, mostró su tristeza por la partida de Don Carlos, “sabemos que todos estamos de paso por este mundo. La Iglesia nos deja un profundo mensaje de amor y de cariño y hacia nuestros hermanos. Sabemos que él nos ha dejado un gran legado vida y de amor a Dios y a todos nuestro hermanos”.


En tanto, el padre Rafael Villena, uno de los voceros de Don Carlos durante su enfermedad y que estuvo hasta los últimos momentos de vida terrena con el Obispo, afirmó que “fue un honor y un privilegio, y no personal. Yo sentía que estaba representando a tanta gente que hubiera querido estar al lado de Don Carlos este último tiempo. Cada gesto de preocupación que tuvimos por él lo hicimos en nombre de toda la Iglesia. Es lindo ver este recorrido como la gente expresa su cariño, de verdad estamos despidiendo a un pastor santo”.


Uno de los momentos más significativos de este peregrinar fue cuando el féretro se detuvo unos instantes en la casa que habitó Mons. González, en 4 Norte entre 1 y 2 Oriente, a un costado de la parroquia San Agustín. En dicho lugar, el diácono Custodio Moyano resaltó la figura del obispo. “Le debemos tanto, porque fue el Pastor que ordenó el primer diácono casado en Chile, porque fue nuestro Pastor, nuestro padre y nuestro amigo. Por eso, Señor, hoy te lo entregamos en tus brazos para que desde allá siga construyendo con nosotros la Iglesia diocesana que él tanto amó”.



Obispos y sacerdotes ingresaron el ataúd al templo Catedral, donde una interminable fila de personas espera pacientemente para despedir a Don Carlos. La primera Misa en esta Iglesia fue presidida por Mons. Pablo Lizama, Arzobispo de Antofagasta. Las eucaristías se celebrarán cada dos horas.



Fuente: Comunicaciones Talca
Talca, 22/09/2008

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