Reproduzco una nota de prensa de la Oficina de Información de los Salesianos en España:
A causa de los recientes atentados que se han producido en la ciudad de Quetta (Pakistán), se corre el riesgo de apartar la atención de la emergencia que está viviendo el país con motivo de las gravísimas inundaciones. Los Salesianos de Quetta están trabajando para acoger y socorrer a la población evacuada.
El mal tiempo no da tregua a Pakistán, las lluvias monzónicas que han devastado el norte se están dirigiendo hacia el sur arrasando aldeas y campos y aumentando el caudal de los ríos. Según los datos de Unicef, un quinto del país se encuentra bajo el agua; 900.000 casas han sido dañadas o destruidas; 15,4 millones de personas han sido golpeadas por las inundaciones; quedan todavía millones de habitantes no alcanzados por la ayuda de salvamento.
Peter Zago, salesiano director de la obra salesiana de Quetta, ha contado en Radio Vaticana, cómo los Salesianos se están ocupando en acoger y socorrer a los que huyen de la inundación. “Esta mañana hemos recibido un centenar de familias, a las cuales hemos dado lo esencial al menos para un mes: harina y aceite para el “chapati”, su pan cotidiano, lentejas y algunas medicinas. Tenemos niños, niñas, chicos y chicas y algunos tienen problemas debidos al agua contaminada”.
En una zona donde no llegan todavía las ayudas internacionales, la casa salesiana acoge alrededor de 1500 familias con siete u ocho hijos, llegando a un total de unas 150 mil personas. “Hemos recibido bastante ayuda de Alemania, de nuestra obra salesiana de Viena, pero si lográramos tener más, podríamos llegar a los evacuados de Sindh: tenemos allí más de 100 familias que vienen de 850 km de distancia”, ha precisado el salesiano Zago. “Aquí las Naciones Unidas no están. Yo tengo 80 mil euros y somos los únicos que estamos en el lugar, que tomamos nota del nombre de las familias que tienen necesidad. A los grandes almacenes locales les decimos: ‘Vean, hacemos el bien a sus hermanos musulmanes, háganme un buen precio’ y ellos me preparan cada día 50 porciones de todo. Yo no veo a nadie más”. Peter Zago admite también que cuando se terminen los fondos, deberá parar su ayuda a los damnificados.
El problema son también las enfermedades. “En el Norte ya ha comenzado el cólera. Yo creo que ya hay más de 10 mil muertos, pero no los han contado y no pueden hacerlo. 25 mil soldados, que podrían ayudar, se mantienen al servicio del cuerpo de seguridad Swat, vigilando a los Talibanes y entonces, no hay personal”.
El director de Unicef ha lanzado una señal de alarma: “Debemos apurarnos a salvar el mayor número posible de vidas humanas”. “La tragedia humanitaria en Pakistán ha llegado a proporciones desesperantes –ha declarado Anthony Lake, director de Unicef-. Pero las graves carencias de financiación están limitando nuestra capacidad de salvar vidas humanas, mientras la crisis se agrava”. Si no llegan fondos “mucho más de 3,5 millones de niños golpeados por las inundaciones estarán en riesgo de contraer enfermedades mortales relacionadas con el agua como disentería, diarrea y cólera”.
Por otra parte, el obispo de Faisalabad, mons. Joseph Coutts ha anunciado para hoy una jornada de oración entre los católicos, por las 1500 víctimas y los más de 20 millones de evacuados.
A causa de los recientes atentados que se han producido en la ciudad de Quetta (Pakistán), se corre el riesgo de apartar la atención de la emergencia que está viviendo el país con motivo de las gravísimas inundaciones. Los Salesianos de Quetta están trabajando para acoger y socorrer a la población evacuada.
El mal tiempo no da tregua a Pakistán, las lluvias monzónicas que han devastado el norte se están dirigiendo hacia el sur arrasando aldeas y campos y aumentando el caudal de los ríos. Según los datos de Unicef, un quinto del país se encuentra bajo el agua; 900.000 casas han sido dañadas o destruidas; 15,4 millones de personas han sido golpeadas por las inundaciones; quedan todavía millones de habitantes no alcanzados por la ayuda de salvamento.
Peter Zago, salesiano director de la obra salesiana de Quetta, ha contado en Radio Vaticana, cómo los Salesianos se están ocupando en acoger y socorrer a los que huyen de la inundación. “Esta mañana hemos recibido un centenar de familias, a las cuales hemos dado lo esencial al menos para un mes: harina y aceite para el “chapati”, su pan cotidiano, lentejas y algunas medicinas. Tenemos niños, niñas, chicos y chicas y algunos tienen problemas debidos al agua contaminada”.
En una zona donde no llegan todavía las ayudas internacionales, la casa salesiana acoge alrededor de 1500 familias con siete u ocho hijos, llegando a un total de unas 150 mil personas. “Hemos recibido bastante ayuda de Alemania, de nuestra obra salesiana de Viena, pero si lográramos tener más, podríamos llegar a los evacuados de Sindh: tenemos allí más de 100 familias que vienen de 850 km de distancia”, ha precisado el salesiano Zago. “Aquí las Naciones Unidas no están. Yo tengo 80 mil euros y somos los únicos que estamos en el lugar, que tomamos nota del nombre de las familias que tienen necesidad. A los grandes almacenes locales les decimos: ‘Vean, hacemos el bien a sus hermanos musulmanes, háganme un buen precio’ y ellos me preparan cada día 50 porciones de todo. Yo no veo a nadie más”. Peter Zago admite también que cuando se terminen los fondos, deberá parar su ayuda a los damnificados.
El problema son también las enfermedades. “En el Norte ya ha comenzado el cólera. Yo creo que ya hay más de 10 mil muertos, pero no los han contado y no pueden hacerlo. 25 mil soldados, que podrían ayudar, se mantienen al servicio del cuerpo de seguridad Swat, vigilando a los Talibanes y entonces, no hay personal”.
El director de Unicef ha lanzado una señal de alarma: “Debemos apurarnos a salvar el mayor número posible de vidas humanas”. “La tragedia humanitaria en Pakistán ha llegado a proporciones desesperantes –ha declarado Anthony Lake, director de Unicef-. Pero las graves carencias de financiación están limitando nuestra capacidad de salvar vidas humanas, mientras la crisis se agrava”. Si no llegan fondos “mucho más de 3,5 millones de niños golpeados por las inundaciones estarán en riesgo de contraer enfermedades mortales relacionadas con el agua como disentería, diarrea y cólera”.
Por otra parte, el obispo de Faisalabad, mons. Joseph Coutts ha anunciado para hoy una jornada de oración entre los católicos, por las 1500 víctimas y los más de 20 millones de evacuados.
Patio Salesiano
RD
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