Su presidente, Joseph Coutts, llama también la atención ante “falsas ONG”
(Vida Nueva) El obispo de Faisalabad y presidente de Cáritas Pakistán, Joseph Coutts, ha advertido en una entrevista concedida a la Agencia Fides del riesgo de que las minorías cristianas sean discriminadas en el reparto de la ayuda humanitaria para paliar los daños por las inundaciones que sufre el país desde finales del mes de julio, consideradas como las peores de los últimos 80 años, y que hasta ahora han causado la muerte a cerca de 1.600 personas y afectado a entre 15,5 y 20 millones de habitantes de Pakistán.
“Es posible que tal discriminación se dé en algunas áreas, donde desde antes las minorías cristianas son perseguidas y excluidas. Se pronostica para ellas un gran sufrimiento, que buscaremos menguar de todas las formas posibles. En todo caso, la respuesta de Cáritas es la del amor sin condiciones: prestamos asistencia y socorro a todos los refugiados, sin ningún tipo de discriminación, siendo el 99% musulmán”, asegura Coutts.
Asimismo, hace una llamada de atención a las personas que quieran colaborar para que tengan cuidado con las instituciones que eligen para enviar fondos: “Ciertamente existen falsas ONG, creadas para especular y apropiarse de fondos, así como asociaciones ligadas a grupos extremistas islámico”. (Para colaborar con Cáritas, vea los números de cuenta más abajo).
Según la agencia Zenit, Cáritas Pakistán está ayudando a unas 5.000 familias afectadas por las inundaciones en las diócesis de Multan, Quetta y Rawalpindi. La organización está distribuyendo comida y proporcionando vivienda, higiene sanitaria y materiales como mosquiteras, tabletas de purificación de agua y utensilios de cocina. También está protegiendo de posibles abusos a los desplazados en situación de especial vulnerabilidad, especialmente a mujeres y niños.
La labor de Cáritas se une a la de los salesianos de Quetta, que han acogido y socorrido a unas 150.000 personas evacuadas por las inundaciones. Los religiosos están atendiendo una zona en la que todavía, según el director de la obra salesiana de Quetta, Peter Zago, “las Naciones Unidas no están”, aunque ha asegurado que de donde sí han recibido ayuda es de la obra salesiana en Viena y de Alemania, aunque lo considera insuficiente. “Yo tengo 80.000 euros y somos los únicos que estamos en el lugar”, señala Zago, quien afirma cuando se terminen los fondos, deberán parar la ayuda a los damnificados.
Llamamiento del Episcopado
Éstos son sólo algunos ejemplos de la preocupación de la Iglesia católica por los daños que han provocado las inundaciones en las últimas semanas. Para el martes 24 de agosto la Conferencia Episcopal de Pakistán convocó un Día de Oración por las víctimas del desastre. Asimismo, el Episcopado del país, a través de su presidente, Lawrence Saldanhan, ha hecho estos días un llamamiento a acudir en ayuda de las personas afectadas “con alimentos cocinados o no, tiendas de campaña y medicamentos contra el cólera y otras enfermedades”.
Asimismo, se ha dirigido a los jóvenes, a los que ha pedido que trabajen “como voluntarios en campamentos de socorro”. Saldanhan ha señalado que “en este momento crítico, es nuestro deber cristiano estar hombro con hombro con nuestros hermanos musulmanes e hindúes y afrontar al calamidad juntos con coraje y determinación”.
El propio papa Benedicto XVI, al final de la Audiencia General celebrada en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo el pasado 18 de agosto, pedía “que no falte a estos hermanos nuestros, tan duramente probados, nuestra solidaridad y el apoyo concreto de la comunidad internacional”, al tiempo que expresaba su “cercanía espiritual a sus familiares y a todos aquellos que sufren a causa de esta calamidad”.
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