Kuala Lumpur (Agencia Fides) - "Es un movimiento transversal e interreligioso, que nace de la sociedad civil, sin etiquetas políticas, eso que está sacudiendo a la nación. Lleva instancias legítimas, requiere un cambio, transparencia y una lucha decidida contra la corrupción en los más altos niveles del gobierno. Creo que el movimiento representa un impulso muy positivo en la sociedad malaya": es lo que dice en una entrevista con la Agencia Fides el padre Lawrence Andrew, sacerdote y director del Herald, el semanario de la Arquidiócesis de Kuala Lumpur. El Herald ha estado en el centro de las crónicas del año pasado por la cuestión relativa al uso de la palabra "Allah" para los no musulmanes (aún abierta), que ve una dialéctica en el plano jurídico, entre la Iglesia y el gobierno de Malasia.
Fides ha pedido al padre Andrew de comentar el amplio evento público que ha cruzado la capital (ver Fides 08/07/2011), organizado por el foro "Bersih 2.0". La policía bloqueó las vías de acceso a la ciudad, detuvieron a más de 600 activistas y dispersó por la fuerza a unos 20 mil manifestantes.
El padre Andrew dice: "Es un movimiento que viene de abajo, por las ONG que defienden los derechos humanos, derechos de la mujer, la libertad, la honestidad en la política. No hay partidos políticos que lo estén maniobrando, aunque algunos dirigentes de los partidos de la oposición dijeron que lo apoyan. Es el signo de un cambio importante en la sociedad, y especialmente en los jóvenes, que desean más democracia, transparencia y legalidad. Empezamos con la limpieza necesaria en el proceso electoral para las próximas elecciones generales, para ampliar nuestra visión de una reforma global".
El padre Andrew confirmó a Fides la participación de la comunidad cristiana de Malasia, junto a creyentes de otras religiones, aunque no seguro - como las denuncias que circulan – por la supuesta "financiación oculta" de las asociaciones cristianas desde el extranjero: "La comunidad cristiana está muy involucrada: comparte estas acciones, junto con los fieles hindúes, musulmanes y de otras religiones. Una de las personalidades más destacadas de Bersih es el joven abogado cristiano Edmund Bon. Pero la dirección general está a cargo de una mujer, el abogado hindú Ambiga Sreenevasan, conocido por su compromiso con la defensa de los derechos y libertades".
En el plano político, continúa el análisis del padre Andrés "el gobierno del UMNO (Organización Nacional de Malayos Unidos), parece alérgico a cualquier prueba de dialéctica y toda oposición: por décadas ha gobernado con dos tercios de la mayoría en el país, y sólo desde 2008 la mayoría se ha reducido a más de un 50%. Hoy en día, el gobierno parece decidido a utilizar maneras fueres, pero esto es un signo de debilidad, ya que no responde a los desafíos que surgen en la sociedad. Incluso el primer ministro Najib Razak es más débil: hay una lucha dentro del partido para asumir el liderazgo. En cualquier caso, no creo que este gobierno será capaz de establecer un diálogo, abrir un diálogo y hacer propias las demandas del movimiento Bersih".
Es un movimiento que puede ser comparado con los que han afectado al mundo árabe. De acuerdo con el sacerdote "es similar, ya que requiere un cambio de mentalidad, una nueva cultura política, una nueva relación entre sociedad civil y el mundo político, una nueva concepción del poder como servicio a la sociedad y el bien común. Se destacan los derechos de todos los ciudadanos y de cualquier grupo étnico o religioso al que pertenezcan. Es un signo de madurez de la sociedad civil de Malasia y que en sí mismo constituye una esperanza para el futuro del país".
(PA) (Agencia Fides 7/9/2011)
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