La noticia fue acogida favorablemente por la Federación Luterana Mundial
MARIA TERESA PONTARA PEDERIVAROMA
Agnes M. Sigurðardóttir es la primera obispo mujer de la Iglesia de Islandia. Elegida el mes de abril, fue consagrada por Karl Sigurbjörnsson, obispo de Islandia, jubilado desde finales de junio, en la catedral de Reykjavík, Hallgrímskirkja.
Nació en Isafjordur en 1954 –hija de un pastor luterano y una obstétrica–, está casada, tiene tres hijos y ya es abuela. Sabe tocar el piano y el órgano, se licenció en teología en 1981 y se ocupa de la educación de los jóvenes en la catedral de Reykjavík. De 1986 a 1994 fue párroco de Hvanneyri, y durante los últimos años también lo fue de Bolungarvíkur. Forma parte de diferentes comisiones eclesiales, como el comité ético, conformado para la formación de los teólogos, y lacomisión sinodal para la custodia de los bienes eclesiásticos; además, es presidenta del Centro por la Paz de Holt.
«Celebramos tu ordenación en memoria de los discípulos de Jesús: las mujeres también le seguían y, como cualquier bautizado, continúan hoy su misión en el mundo», escribió el 11 de julio en un mesaje de felicitaciones el Secretario general Martin Junge, por cuenta del obispo Jana Jeruma-Grinberga de la Iglesia luterana de Gran Bretaña. «El papel de la Iglesia es el de ofrecer consuelo y reconciliación en un mundo herido, como sucede en este momento de grave crisis económica y social –se lee en la nota publicada en el sitio de la Federación–; la afabilidad de la Iglesia se mide en estos trances por su capacidad de ir al encuentro de todos los que están necesitados, por su obra de promoción de la justicia económica y social».
En su primer sermón como obispo, Sigurðardóttir subrayó que todos los miembros de la Iglesia tienen un papel que desempeñar: «estamos aquí para servir a Dios, el Dios que Jesús nos reveló; este servicio no debe entenderse para unos cuantos, sino para todos y en todos los tiempos». Uno de los objetivos principales de la nueva obispo será la misión para llevar nuevos miembros a la Iglesia de Islandia, que durante los últimos años han abandonado muchos fieles. «Debemos actuar con alegría, no solo para aumentar el número de fieles, sino por la causa del Evangelio que nos fue confiado».
Sigurðardóttir fue elegida con el 64,3% de los votos durante la segunda ronda electoral y sustituirá a Karl Sigurbjörnsson, obispo emérito, que se declaró satisfecho en diferentes ocasiones por la elección: «Agnes es una persona buena y lo ha demostrado hasta ahora: estamos en una encrucijada histórica para nuestra Iglesia de Islandia».
Durante su elección, la nueva obispo comentó: «Mi primera preocupación será la de escuchar las voces de las personas que trabajan en los diferentes sectores de la Iglesia y para las que es importante, como para mí, la difusión del Evangelio en el mundo». La Iglesia evangélica luterana de Islandia cuenta con alrededor de 250 mil fieles y forma parte de la Federación Mundial de las Iglesias Luteranas desde 1947.
Vatican Insider
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