Comunicado N° 5
11 de julio del 2012
La tarde de ayer fue dedicada al trabajo por grupos lingüísticos. En una primera reunión, se trabajó sobre el discurso del Padre General sobre el De statu Societatis, y cada grupo presentó preguntas de clarificación y profundización. La segunda reunión, por su parte, fue dedicada a considerar las razone “pro y contra” una eventual convocatoria de la Congregación General, en vista, claro está, de la votación que tendrá lugar en los próximos días. El debate se ha desarrollado en un clima de serenidad e intercambio fraterno.
El primer acto del día de hoy ha sido la oración inicial, preparada con cuidado y esmero, como nos tienen acostumbrados, por los escolares del Hekima College. En una sucesiva votación se ha determinado por mayoría que el día para votar sobre la convocatoria de la Congregación General fuera el viernes por la mañana.
El Padre General ha dedicado el resto de la mañana a responder a las numerosas preguntas llegadas de los grupos de estudio y que habían preparado, como hemos dicho, ayer por la tarde. Al comienzo de su intervención el P. General ha llamado la atención sobre algunas directrices que la Congregación General 35ª había señalado que el gobierno general tenía que desarrollar. Ha ofrecido información sobre los trabajos en marcha y sobre la complejidad de algunos temas que requieren tiempo y más amplias consultas.
Entresacamos algunas de las múltiples preguntas afrontadas por el Padre General: el carisma de la Compañía, la vida de comunidad, la formación a todos los niveles, la educación y la proximidad con los pobres, la formación al liderazgo, la cooperación interprovincial y la movilidad, el gobierno de la Compañía y la cura personalis. En las respuestas han sido enriquecidas con citas y recuerdos de toda la Compañía y de su experiencia personal apostólica en Asia. No ha faltado, de vez en cuando, alguna nota de humor.
Algunos temas han merecido una atención más detallada, como por ejemplo, el sentire cum Ecclesia, el trabajo en las fronteras y África como preferencia de la Compañía, el discernimiento y las condiciones para que sea auténtico y creíble, la espiritualidad y el apostolado intelectual, que son dos dimensiones de las que la Iglesia espera mucho de la Compañía. Ha subrayado, así mismo, la importancia del estudio serio y profundo, en contra del peligro de la superficialidad; la creatividad, uno de los temas frecuentemente tratados por el Padre Nicolás; la dimensión social de nuestro apostolado y el trabajo en red a todos los niveles.
Al comienzo de la sesión de la tarde, el P. General ha completado brevemente algunos puntos de la mañana y se ha dado paso a un debate sobre los mismos temas. Después de haber mencionado algunas esperanzas y riesgos del futuro, los procuradores han hecho algunas recomendaciones. La jornada se ha concluido con la reunión por grupos lingüísticos y la celebración eucarística.
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