"Estado de alerta" ante la situación que acaece en Siria
El Estado moviliza a todas sus fuerzas de
seguridad para proteger al Papa
Una de las iglesias de los armenios-católicos cerca de Beirut fue blanco en la noche del miércoles al jueves de un acto vandálico,un día antes de que el papa Benedicto XVI llegue al Líbano, informó hoy el Centro Católico.
El director de este centro, el padre Abdo Abu Kasm, explicó que se trata de la iglesia de la Cruz, situada en la localidad costera de Zalka, que fue saqueada, los iconos dañados y la estatua de santa Rita quebrada y arrojada por tierra.
Kasm trató de minimizar este acto, a su juicio, "un asunto de chavales", pero el párroco de la iglesia, Narik Luisian, señaló que podría tratarse de "un mensaje" ante la visita del papa, que estará en el Líbano del 14 al 16 de septiembre.
Luisian, en una declaración al sitio electrónico El Nashra, recordó que el ataque ocurre en víspera de la fiesta de la Cruz, que se celebra mañana, por lo que podría tratarse de "un mensaje enviado por extremistas".
Las fuerzas de seguridad libanesas abrieron inmediatamente una investigación y lanzaron una operación de búsqueda para capturar a los vándalos.
Líbano movilizó a todas sus fuerzas de seguridad para la visita de tres días que inicia el sábado el papa Benedicto XVI, en una fase difícil de la guerra en Siria entre fuerzas del régimen y rebeldes.
"Los servicios de seguridad y municipales están en estado de alerta por la visita del Papa, que habrá de ser una de las más logradas de la historia moderna de Líbano", afirmó a la AFP el ministro del Interior libanés, Marwan Charbel, informó AFP.
"Es verdad que el ambiente está difícil por lo que ocurre en Siria y en torno a nosotros, pero controlamos la situación", agregó.
Los disparos de cohetes desde Siria hacia Líbano y los tiroteos en la frontera se han vuelto frecuentes e incluso ha habido combates en Trípoli (norte de Líbano) entre suníes, en su mayoría opuestos al régimen sirio de Bashar al Assad, y alauitas, la confesión de Al Assad, que defienden al mandatario.
El padre jesuita Polo Dall'Oglio, expulsado de Siria en julio pasado, quien acusa al gobierno libanés, dominado por el movimiento shíi Hezbola, de ser "fundamentalmente favorable" al presidente Al Assad, aconsejó al papa que "pida ayuda a un servicio de inteligencia que pueda garantizarle la seguridad, ya que los servicios libaneses no bastan".
Sin embargo, para Charbel, "cada servicio de seguridad sabe lo que tiene que hacer" durante esta visita.
A los 85 años, el Papa no quiso renunciar a este viaje. Las expectativas son muy grandes entre las comunidades cristianas, ante el creciente sentimiento de inseguridad motivado por el conflicto sirio. Entre 13 y 15 millones de cristianos viven en la conflictiva región de Medio Oriente.
El patriarca melquita Gregorio III Laham pidió al Papa que reconozca al Estado palestino, porque este asunto tiene "una gran influencia" para los cristianos de la región.
Para el patriarca de Antioquía de Siria, cabeza de la iglesia siria ortodoxa, Ignacio Yusif III Yunan, la visita del Papa permitirá pedir a las partes enfrentadas que se reunan en torno a una mesa de negociaciones.
Respecto a Siria, el Papa ya ha lanzado desde el Vaticano llamados a una solución pacífica y al fin de las matanzas, y por tanto le será difícil ir más lejos, estiman los observadores.
Benedicto XVI podría reiterar, según esos observadores, el mensaje de su muy popular predecesor, Juan Pablo II, quien afirmó que un Líbano multiconfesional, con su 34% de cristianos, constituye "un mensaje" para toda la región.
Pero la propia clase política libanesa y la comunidad maronita (cristiana) están divididas sobre el régimen sirio de Bashar al Assad.
(Rd/Agencias)
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