Thursday, September 13, 2012

El Papa pedirá en su visita a Líbano que "se detenga la espiral de violencia y de odio" en Siria



Benedicto XVI pronunciará un total de ocho discursos


También instará a la resolución del conflicto

 árabe-israelí


Benedicto XVI hará un llamamiento durante su visita al Líbano, adonde llegará mañana, para que se deje de armar a las partes del conflicto en Siria, según ha anunciado el patricarca maronita, monseñor Bechara Rai. El Papa reclamará que "se detenga la espiral de violencia y de odio, que no sirven para nada, y que cese la financiación y el armamento tanto para el régimen como para la oposición".
Asimismo, Joseph Ratzinger instará "a la paz en Tierra Santa para resolver el conflicto palestino-israelí y árabe-israelí", dijo el patriarca, que destacó que tanto el Vaticano como el papa trabajan para solucionarlo.
"No se podrá lograr la paz si los gobiernos no permiten la libertad", advirtió Rai, que recordó que en esta región del mundo musulmanes y cristianos tienen un destino común.
Durante su estancia de tres días en el Líbano, el sumo pontífice firmará la exhortación apostólica postsinodal (documento final) de la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, celebrada en el Vaticano en octubre de 2010.
El objetivo de esa reunión fue encontrar medios para afrontar los desafíos a los que se enfrentan los cristianos en la región, como los conflictos políticos, la libertad de religión, la evolución del islam y la emigración.
Rai agregó que "el papa lanzará un llamamiento por la paz en Oriente Medio, la separación del Estado de la religión y la construcción de la democracia".
Además, pedirá "la aceptación de las diferencias y la adopción de la diversidad en la unidad para lograr las aspiraciones de los pueblos de la región, y para que las reformas se hagan por medios pacíficos", dijo el prelado.
En ese sentido, el patriarca maronita subrayó que "cristianos y musulmanes deben unirse alrededor de sus valores para poner los fundamentos de una verdadera primavera árabe".
"La guerra no se libra en nombre del islam o del cristianismo, sino por partes interesadas o mercenarios -destacó Rai-. Cada pueblo tiene derecho a reclamar las reformas que necesita y nosotros las apoyamos. Esto llevará a la verdadera primavera árabe, que debe incrementar la coexistencia islámica-cristiana".
Este viaje es el primero de Benedicto XVI al Líbano y el vigésimo cuarto de los realizados por el mundo en sus siete años de pontificado.
Por otro lado, monseñor Rai condenó rotundamente el vídeo sobre la vida del profeta Mahoma, considerado blasfemo por los musulmanes, y que ha originado protestas y ataques contra las embajadas estadounidenses en Libia, Egipto y el yemen.
"Condenamos de modo enérgico insultar al islam y a su profeta en dicha película, y lo consideramos vergonzoso y un insulto a todas las religiones", subrayó Rai, que dio su pésame a las víctimas de los ataques.
Durante su visita al Líbano entre los próximos días 14 y 16 de septiembre, el papa Benedicto XVI visitará lugares de gran significado para los cristianos de Oriente Medio.
El primer lugar adonde se trasladará el viernes el papa será la basílica de San Pablo en la aldea de Harisa, en la región central de Kesruan, a unos 600 metros de altitud y 28 kilómetros al norte de Beirut.
En ese santuario, donde oró también su predecesor Juan Pablo II en 1997, Benedicto XVI firmará la exhortación apostólica postsínodo de los Obispos para Oriente Medio y pronunciará un discurso.
El enclave es de una belleza increíble y desde allí se domina la bahía de Yunieh, el litoral desde Kesruan hasta la ciudad de Biblos y las cimas del monte Sannin, cubiertas de nieve en invierno.
En la zona hay un convento -sede de la asociación San Pablo y residencia de seminaristas- y un instituto universitario donde se enseñan Filosofía y Teología.
De estilo bizantino, la basílica posee una arquitectura inspirada en la iglesia de Santa Sofía de Estambul y está decorada en su interior con imágenes, dibujos e iconografías que van desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento.
Al día siguiente, el papa se reunirá con las principales autoridades políticas y religiosas del país, diplomáticos y miembros de la sociedad civil en el palacio presidencial de Baabda.
Posteriormente, se dirigirá al convento de Nuestra Señora de Bzommar, donde almorzará con los patriarcas y obispos del Líbano, así como con miembros de la Asamblea especial del sínodo para Oriente Medio.
En Bzommar, a 19 kilómetros de Beirut, está la sede de los armenios católicos, comunidad que se concentró en esa región tras huir del genocidio turco y que mantiene muy buenas relaciones con las demás comunidades cristianas presentes en el Líbano.
Pertenecen a esta iglesia asociaciones caritativas que se encargan de mantener parroquias y escuelas, y que conceden gran importancia a los movimientos juveniles.
El mismo sábado, el sumo pontífice se reunirá también con los jóvenes en Bkerke, sede del patriarcado maronita que está situada cerca de la Nunciatura Apostólica y de la colina donde se erige la estatua de Nuestra Señora del Líbano, visitada tanto por cristianos como por musulmanes.
La iglesia maronita (católica) es la más importante entre las cristianas del Líbano y uno de sus miembros es el presidente del país, como estipula el acuerdo nacional y el pacto de Taif, que puso fin a la guerra civil (1975-1990).
Benedicto XVI celebrará en su último día de visita al Líbano una misa al aire libre en el muelle de Beirut, durante la cual presentará su exhortación apostólica, recitará el Ángelus y pronunciará un discurso.
Después se trasladará a la sede de la Nunciatura Apostólica -la representación del Vaticano en el país- para almorzar y de ahí irá a la sede del patriarcado sirio-católico en Deir el Cherfé, una cima que domina las aldeas de Harisa y Darún, para celebrar un encuentro ecuménico.
Deir el Cherfé fue escogido por el patriarca San Ignacio Michel II Jarweh (1782-1800), que buscó refugio en un lugar seguro del Monte Líbano, ubicado en el centro del país, huyendo de las persecuciones que sufrió en Turquía por cuestiones de fe.
El líder religioso construyó una escuela y un monasterio en este paraje de las montañas libanesas, que -contrariamente al litoral- siempre sirvieron como refugio tradicional a los perseguidos.
(Rd/Agencias)

Líbano; un viaje en contra de todos los fundamentalismos



Comenzará mañana el delicado viaje de Benedicto XVI en un contexto gravemente afectado por los trágicos eventos en Bengasi y El Cairo

GIACOMO GALEAZZICIUDAD DEL VATICANO

Hace tres años, poco antes de la visita de Benedicto XVI a Chipre, fue el homicidio del presidente de los obispos turcos, Luigi Padovese; ahora, los homicidios de Bengasi y las manifestaciones en contra de la película sobre Mahoma.

El viaje apostólico de Benedicto XVI a la República Libanesa (del 14 al 16 de septiembre) llega en un momento dramático para todo el Medio Oriente. Se espera que el Pontífice pronuncie palabras que tendrán un peso muy particular en este momento en el que los fundamentalismos tratan de desestabilizar la región y detener la apertura hacia la democracia.

También influirá en el viaje del Pontífice la cercanía con Siria, que siempre ha tenido que ver con la situación política libanesa. De cualquier manera, los elementos sociales y religiosos del Líbano (incluido el grupo de Hezbollah relacionado con el régimen de Basshar al-Assad) decidieron recibir a Benedicto XVI y establecieron una especie de tregua durante los tres días del viaje. Mientras tanto, la degeneración de la violencia en Libia, el asesinato del embajador estadounidense Chris Stevens, los desórdenes provocados por la difusión de una película ofensiva sobre el Profeta Mahoma en una fecha simbólica como el 11 de septiembre, han provocado algunas alarmas en los Palacios Sacros ante eventuales riesgos en la visita del Papa.


Sin embargo, Benedicto XVI llegará, como estaba programado, a Beirut mañana a las 13.45 (hora local), en donde será recibido por los tres presidentes (de la República, del Consejo y del Parlamento); el presidente de la República Libanesa pronunciará un discurso y después hablará el Papa; a las 18 horas, en la nunciatura apostólica de Harissa, firmará la Exhortación Apostólica post-sinodal, y pronunciará un segundo discurso.

El sábado 15 habrá dos momentos importantes: a las 10 de la mañana se llevará a cabo la visita de cortesía al presidente de la República, y también habrá un encuentro privado con los tres presidentes en el palacio de Baadba; después, el Pontífice se reunirá con los líderes de las comunidades musulmanas y con algunos miembros del gobierno y de las instituciones nacionales, con el cuerpo diplomático, con los líderes religiosos y con los representantes del mundo de la cultura (aquí pronunciará su tercer discurso). Por la tarde, a las 18 hrs., después del almuerzo con los patriarcas y los obispos del Líbano, el Papa se reunirá con los jóvenes (a los que dirigirá otro discurso) en el Patriarcado maronita de Bkerkè, en cuya plaza caben alrededor de 20 mil personas.


El domingo 16, para terminar, el Pontífice celebrará la misa en el Beirut City Center Waterfront de Beirut (área con una capacidad para cientos de miles de personas); pronunciará la homilía y entregará la Exhortación apostólica a los diferentes representantes de la población. Por la tarde, a las 17.15 hrs., se llevará a cabo el encuentro ecuménico en el Patriarcado sirio-católico de Charfet, y después pronunciará su discurso de despedida en el aeropuerto de Beirut, antes de volver a Roma.

Vatican Insider

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