Saturday, September 01, 2012

Cardenal Carlo María Martini fallece a los 85 años



31 de agosto, 2012. (Romereports.com) El cardenal italiano Carlo María Martini ha fallecido en Varese, en el norte de Italia, a los 85 años de edad. Desde hace años padecía la enfermedad de Párkinson. 
  
De talante abierto, trabajó para salir al encuentro de los no creyentes y de los católicos alejados de la fe. Era rector de la Universidad Gregoriana de Roma cuando, en 1979 Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Milán. Durante los 22 años que estuvo allí, se convirtió en uno de los más habituales en las listas de papables.


A pesar de padecer párkinson, participó activamente en el cónclave del que salió elegido papa Benedicto XVI. 

Fue un apasionado de la Biblia, y por eso vivió en Jerusalén hasta que se agravó su enfermedad. En una conferencia en Roma explicó que había consagrado sus últimos años a la reconciliación. 

Card. Carlo Maria Martini“Es necesario estar en medio y trabajar para que cesen todas las violencias y cada uno aprenda a comprender también el dolor del otro. Por eso he decidido pasar la mayor parte del tiempo en Jerusalén. Me he marcado como prioridad la oración de intercesión, en el sentido etimológico de la palabra: interceder, caminar en medio sin dar o quitar toda la razón ni a la derecha ni a la izquierda. Caminar en medio en oración, en oración de intercesión por que los pueblos de Oriente Medio, en particular judíos y palestinos, encuentren la vía de la mutua confianza y el diálogo”.
El papa Benedicto XVI estuvo informado continuamente de la situación del cardenal. Murió acompañado de sus familiares y sus amigos. Y fue recordado por la prensa internacional como uno de los mayores impulsores del diálogo entre la Iglesia y el mundo moderno. 

Con su fallecimiento, el colegio de cardenales se reduce a 206 miembros. De ellos, sólo 118 tienen menos de 80 años y por lo tanto pueden participar en un eventual cónclave. 



Benedicto XVI: "Martini ha servido generosamente al Evangelio y a la Iglesia"


El funeral se celebrará en Milán el lunes a las 16 horas


REivindica su papel como divulgador de 

la Palabra de Dios


Benedicto XVI dirigió un telegrama al cardenal Scola, arzobispo de Milán con motivo de la muerte del cardenal Carlo María Martini. "Ha servido generosamente al Evangelio y a la Iglesia", afirmó.
En el mensaje, el papa expresa su tristeza por la muerte del cardenal "tras larga enfermedad, vivida con ánimo sereno y con confiado abandono a la voluntad del Señor".
Benedicto XVI expresa a la comunidad diocesana y a sus familiares su "profunda participación en su dolor pensando con afecto en este querido hermano que sirvió generosamente al Evangelio y a la Iglesia".
Así mismo recuerda "con gratitud su entera obra apostólica profusa como celoso hijo espiritual de san Ignacio, expetro docente, autorizado biblista y apreciado rector de la Pontificia Universidad Gregoriana y del Pontificio Instituto Bíblico", así como diligente y sabio arzobispo de esta Archidiócesis Ambrosiana".
"Pienso también --añade el papa- en el competente y férvido servicio prestado por él a la Palabra de Dios, abriendo siempre más a la comunidad eclesial los tesoros de la Sagrada Escritura, especialmente a través de la promoción de la Lectio Divina".
Por último, eleva fervientes oraciones al Señor para que "por intercesión de la beata Virgen María, acoja a este su fiel servidor e insigne pastor en la celeste Jerusalén" e imparte de corazón a cuantos lloran su desaparición la confortadora bendición apostólica.
El arzobispo de Milán, cardenal Angelo Scola, comunicó personalmente la noticia del deceso. El cardenal Martini, enfermo desde hace tiempo de Parkinson, se hallaba en la enfermería del Aloisianum, el Instituto universitario de estudios filosóficos de la Compañía de Jesús en Gallarate. Sus condiciones habían empeorado repentinamente ayer por la tarde y Benedicto XVI, informado enseguida, se recogió en oración.
Una nota de la curia de Milán informa que el cardenal Scola y el Consejo episcopal milanés, conocida la noticia de la muerte del cardenal se recogieron en oración.
La nota anuncia que el arzobispo, el consejo episcopal y el capítulo de la catedralacogerán el féretro del cardenal Martini en la catedral de Milán el sábado 1 de septiembre a las 12 horas.
Desde ese momento, será posible visitarlo hasta los funerales que se celebrarán el lunes 3 de septiembre a las 16 horas.
(RD/Zenit)

Un hombre de Dios, abierto al mundo



Teólogo en busca de la verdad


Martini no dejó de estar con los pies en el mundo


(Domingo Delgado).- Ha fallecido Carlo María Martini, jesuita, Cardenal, ex arzobispo de Milán, y "papable" en el último cónclave en que se eligió Papa a Benedicto XVI.
Con su desaparición, la Iglesia pierde a un gran activo de la jerarquía que además de unhondo intelectual (teólogo con varios doctorados, especialista en Sagrada Escritura), que fiel a su vocación eclesial como jesuita, estuvo siempre atento a los Sagrados Misterios, pero al propio tiempo no dejó de estar con los pies en el mundo, próximo a sus prójimos -los hombres-.
Tras una meteórica carrera eclesiástica,Juan Pablo II le nombró arzobispo de Milán - la diócesis mayor de Europa-, en la que tras más de dos décadas de servicio, desempeñó un gran servicio a la Iglesia.
Pero también hay que destacar su papel intelectual, de teólogo en busca de la Verdad, pues desde su especialidad de crítica al Nuevo Testamento, su dominio de seis lenguas modernas, además del latín, griego y hebreo, le posibilitaron un amplio trabajo de investigación que propició importantes publicaciones, entre las que podemos destacar:

 La llamada de Jesús: orar con el evangelio de Marcos. Narcea Ediciones. 1991.
 Hombres de paz y de reconciliación. Sal Terrae. 1988.
 Abrirse. Máximas espirituales. Sal Terrae. 1997.
 Cambiar el corazón. Narcea Ediciones. 1996.
 Los Sacramentos. Editorial San Pablo. 2002.
 Vivir con la Biblia. planeta. 1998. 
 Los ejercicios de San Ignacio a la luz del Evangelio de Mateo. Editorial Desclée de Brouwer. 2009.
Tras su jubilación, se retiró a vivir en Jerusalén, patentizando así su voluntad de seguir de cerca las huellas de Jesús, en una clara intuición de la necesidad de que nuestra fe retorne a las fuentes, experiencia que le llevó a publicar su importante y polémico libro: Conversaciones nocturnas en Jerusalén, presentando su particular visión sobre la vida y mensaje de Jesús un tanto distante del que presentó el propio Papa Benedicto XVI, que al decir del jesuita alemán que hace de entrevistador, el padre Georg Sporschill: "El libro del pontífice es una profesión de fe en el buen Jesús. El cardenal Martini nos pone frente a Jesús desde otra perspectiva. Jesús es el amigo del publicano y del pecador. Escucha las preguntas de la juventud. Genera confusión. Lucha junto a nosotros contra la injusticia".
Su planteamiento teológico marca cierta distancia interpretativa con la oficialidad vaticana, sin que ello suponga necesario alejamiento, sino una perspectiva interpretativa más abierta al sufrimiento del mundo, menos dogmática, de ahí sus reticencias sobre algunos aspectos de la Humane Vitae, pues llega a admitir el uso de los preservativos y anticonceptivos como mal menor -aunque reconoce que nos misión de la Iglesia aconsejarlos, ante la alternativa de la abstinencia-, apostando por la mejora de la comunicación de la enseñanza eclesial que, a su juicio, no ha logrado expresarse del todo bien. De igual modo, marcó su prioridad por una mayor colegialidad eclesiástica frente al primado, pidiendo una reflexión sobre la estructura y el ejercicio de autoridad eclesial, junto con una mayor consideración del papel de la mujer en la Iglesia.
De igual modo, también criticó el documento Dominus Iesus, como algo "teológicamente bastante denso, lleno de citas y difícil de entender".
Por todo ello, se le tenía dentro de la jerarquía católica como uno de los mayores exponentes del sector más progresista de la Iglesia,  motivo por el cual estuvo entre los barajados como candidatos a la cátedra de San Pedro en un cónclave donde tenía pocas posibilidades de ser elegido dado el predominio de la corriente conservadora de la jerarquía que, como era natural, acabaron por decantarse por el Cardenal Ratzinger, actual pontífice Benedicto XVI.
Sin embargo, y pese a los críticos más dogmáticos -que de todo hay en la "Casa del Señor"-, en rigor, creemos que no se puede hablar de planteamientos radicalmente distintos y distantes los del Cardenal Martini y el Papa, sino más bien de dos sensibilidades distintas dentro de la misma Iglesia que viven el mismo Evangelio de Cristo con sus peculiaridades personales, lo cual es también es una grandeza de la fe, el que como don de Dios, este nos permita vivirla según nuestra sensibilidad personal con mayor o menor énfasis en unos u otros aspectos, y eso también enriquece a la misma Iglesia, que más allá de diatribas sobre la ortodoxia, asume distintas perspectivas sobre un mismo mensaje, respetando la libertad de los Hijos de Dios.
Con todo, despidamos a este Pastor -que seguro habrá sido acogido por el Padre Eterno-, valoremos su ingente servicio a la Iglesia, su trayectoria de "hombre justo", pues habrá engrosado el "coro celestial" desde el que, a todas luces, pedirá por la "Iglesia peregrina" que ha perdido un gran evangelizador.
RD

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