Durante el encuentro puso en guardia ante las tentaciones e invitó a construir un futuro de paz y convivencia en el Medio Oriente
REDACCIÓNROMA
Una “santa alianza” para detener las armas.«Es el momento en que musulmanes y cristianos se unan para poner fin a la violencia y a la guerra». Visiblemente emocionado, el Pontífice saludaba a la multitud desde el papa-móvil cuando llegó a la explanada del Patriarcado Maronita de la localidad de Bkerké, al norte de la capital de Líbano, para la cita más esperada de su visita apostólica, el encuentro con los jóvenes árabes musulmanes y cristianos; una especie de pequeña Jornada Mundial de la Juventud en el Medio Oriente.
«Queridos amigos, vosotros vivis hoy en esta parte del mundo que ha visto el nacimiento de Jesus y el desarrollo del cristianismo. Es un gran honor». Así comenzó Benedicto XVI su discurso a los jóvenes, subrayando la riqueza cultural y religiosa de todo el Medio Oriente. «Salami ō-tīkum» (“Mi paz os doy”), fue el saludo que dirigió a los jóvenes, a quienes Benedicto XVI llamó a ser «los artifices del futuro de vuestro pais, y cumplais con vuestro papel en la sociedad y en la Iglesia», a pesar de las dificultades de la vida cotidiana, a pesar de la falta de seguridad: «Como el beato Juan Pablo II, yo tambien os repito: “No tengais miedo. Abrid las puertas de vuestro espiritu y vuestro corazon a Cristo”» pronunció el Pontífice.
El Papa explicó a los jóvenes diferentes tipos de tentación y los peligros que encierran en el mundo contemporáneo.Les invitó a no caer en las frustraciones y a no refugiarse en «mundos paralelos como, entre otros, el de las drogas de cualquier tipo, o el de la tristeza de la pornografia». Y advirtió sobre las «redes sociales, son interesantes, pero pueden llevar facilmente a una dependencia y a la confusion entre lo real y lo virtual. Buscad y vivid relaciones ricas de amistad verdadera y noble. Adoptad iniciativas que den sentido y raices a vuestra existencia, luchando contra la superficialidad y el consumo facil». Para avanzar en el camino de la vida «superando asi las dificultades y aflicciones» es necesario alejarse de estos peligros y acercarse a Jesús: «En el encontrareis la fuente de la alegria. Cristo os dice: “Salami ō-tīkum”. Aqui esta la revolucion que Cristo ha traido, la revolucion del amor».
Después, el Papa llamó de nuevo con firmeza a la construcción de la paz, a la reconciliación y al respeto del otro, «aunque pertenezca a otra cultura, religion o pais», porque «.No es la paz ese bien precioso que toda la humanidad esta buscando? Y, .no es un mundo de paz para nosotros y para los demas lo que deseamos en lo mas profundo?».
Benedicto XVI también agradeció la presencia de muchos jóvenes musulmanes en el encuentro: «Quiero saludar ahora a los jovenes musulmanes que estan con nosotros esta noche. Agradezco vuestra presencia que es tan importante. Vosotros sois, con los jovenes cristianos, el futuro de este maravilloso Pais y de todo el Oriente Medio. Buscad construirlo juntos. Y cuando seais adultos, continuad a vivir la concordia en la unidad con los cristianos. Porque la belleza del Libano se encuentra en esta bella simbiosis». Y justamente todo el Medio Oriente, al ver el ejemplo de los jóvenes, debería comprender que «los musulmanes y los cristianos, el Islam y el Cristianismo, pueden vivir juntos sin odios, respetando las creencias de cada uno». Para concluir, el Papa saludó a algunos jóvenes regudiados sirios que se encontraban en el encuentro, a los que les dijo « Quiero deciros cuanto admiro vuestra valentia. Decid en vuestras casas, a vuestros familiares y amigos, que el Papa no os olvida. Decid en vuestro entorno que el Papa esta triste a causa de vuestros sufrimientos y lutos. El no se olvida de Siria en sus oraciones y es una de sus preocupaciones. No se olvida de ninguno de los que sufren en Oriente Medio».
Vatican insider
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