Friday, November 30, 2012

Los salesianos temen la quiebra



La congregación pierde un pleito por una herencia millonaria y se ve estafada | El cardenal Bertone cree que el pago de 130 millones daña y humilla la actividad benéfica de la orden

Hay herencias envenenadas. Es lo que están sufriendo los salesianos, una congregación

con más de un siglo y medio de vida, muy apreciada por su labor educativa con jóvenes en

todo el mundo. La que debía ser una inyección económica extraordinaria se ha convertido en

 una pesadilla. Los salesianos acaban de perder un pleito judicial multimillonario, se sienten 

estafados y corren ahora el peligro de la bancarrota.

El caso es un fenomenal embrollo jurídico que ha implicado incluso al secretario de Estado del 

Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, él mismo salesiano. Todo empezó en junio de 1990, a 

la muerte de un rico aristócrata, Alessandro Gerini, conocido como el marqués de Dios. Este 

personaje había desheredado a sus sobrinos y dejado su ingente patrimonio -terrenos, 

inmuebles, valiosas obras de arte y dinero- a un ente eclesiástico que lleva su nombre, la 

Fundación Gerini, bajo el control de la orden fundada por Don Bosco.


Los sobrinos de Gerini no aceptaron la decisión del tío e impugnaron el testamento, abriendo 

un litigio que se prolonga ya desde hace 22 años. En junio del 2007 se produjo una 

negociación que concluyó en un acuerdo. Los salesianos, para cerrar el caso, accedieron a 

pagar cinco millones de euros a los sobrinos de Gerini y más de 11 millones a un oscuro 

mediador, Carlo Moisè Silvera. Bertone, ya entonces secretario de Estado de la Santa 

Sede, avaló el compromiso. El problema es que el acuerdo incluía una cláusula que preveía 

aumentar la comisión del mediador según una evaluación actualizada del valor total de la 

herencia, realizada por unos peritos. Ese cálculo elevó a 658 millones de euros el legado de 

Gerini. Según el contrato, a Silvera le correspondían 99 millones, que serían ahora 130 

contando los intereses.

Los salesianos no aceptaron pagar esa abultada suma. Argumentaron que la estimación fue 

hinchada deliberadamente y presentaron una denuncia por estafa. Esa denuncia fue archivada 

anteayer por un juez de Roma por considerarla sin fundamento. Según el magistrado, se trató 

de una transacción querida por las dos partes, que eran capaces de valorar sus 

consecuencias. La dirección de los salesianos hizo saber que estudiará si recurre la 

sentencia para evitar que se ejecute el embargo de bienes.

De nada sirvió que el cardenal Bertone, el segundo en la jerarquía católica después del Papa, 

enviara una carta al tribunal en la que explicaba que dio su beneplácito al acuerdo, de buena 

fe, para luego descubrir que "se inflaba de manera desproporcionada" el valor del patrimonio 

para aumentar la suma destinada a Silvera, con el efecto de "depauperar y humillar la 

actividad benéfica de la congregación".

La Vanguardia

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