En la parte final de esta conversación con el jesuita Tony Mifsud, director de la revista Mensaje, ante la consulta si está esperanzado por lo que viene, nos dice "a nivel personal todo esto me produce, especialmente cuando uno lee los diarios, tristeza y vergüenza. Pero tengo mucha esperanza, sí, ¿por qué?, porque yo creo que va a ser un momento de volver a una profunda espiritualidad. Cuando vienen esos golpes tan fuertes, cuando ya comienzan a dudar de ti por el solo hecho de ser sacerdote, entonces uno dice, a ver, ¿cuál es mi centro? ¿qué es lo que me hace lo que soy? Y obviamente en nuestro caso, la llamada de Jesús. Entonces en este momento, uno vuelve al Evangelio y sabe qué es lo que más es esencial acá. Y ahí también hay un punto, como dice san Pablo, en vasos de barros, aquí hay alguien más grande, entonces hay que volver a tener fe en este Jesús que es más grande y que es fiel a sus promesas. Y promesas son de futuro y no de pasado. Entonces, sí estamos viviendo tiempos difíciles, sí nos va a hacer bien, nos va a purificar, nos va a limpiar y al final quizás seremos menos, pero más sólidos porque aquí también, todo lo que está pasando, obviamente, lo que cuestiona es a la institución, para mi personalmente no me cuestiona la fe, no me cuestiona la fe, entonces a mi me preocupa, varias personas que me han dicho que han dejado la Iglesia. Entonces me dice pucha que trasmitimos nosotros entonces. Trasmitimos a Jesús o a nosotros mismos. Aquí lo importante, para mi personalmente, no es defender la institución, no es para que la iglesia llegue otra vez a ser un poder social. A mi no me interesa eso. Lo que a mi me interesa es que la Iglesia, tenemos un mensaje, que nosotros creemos que es maravilloso, un mensaje que dice oye tú nunca estás solo, Dios te quiere. No estás sólo en este mundo. Que seamos creíble de nuevo, eso es lo que me interesa, no recuperar la fama, para mi es totalmente secundario. Lo primero es que ese mensajero es verdad, entonces le creo el mensaje. eso para mi es lo que me da esperanza porque obviamente cuando hay terremoto también uno va a lo más esencial; entonces volvamos a lo más esencial. Lo más esencial no es la iglesia, es decir, la iglesia y eso no es algo nuevo, es un medio, no es un fin. Es decir, cuando termina la historia, la iglesia no va a existir, lo que va a existir es el reinado del Padre. Entonces volver a sentirse medio y no fin y que lo más importante es a quien anunciamos, que es más grande que nosotros, lo cual implica, escuchar, ser humilde, admitir errores, pero siempre como vamos a mejorar. eso que sea la obsesión, porque sino caemos al otro lado, pucha que somos mal, que lo hemos hecho mal, ya listo, ya, ahora qué vamos a hacer, cómo vamos a impedir eso, cómo vamos a superar eso y creo que saldremos fortalecidos, menos quizás, pero mejores
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