Proceso está a cargo de sacerdote español Jaime Ortiz de Lazcano, el mismo que llevó adelante la causa contra el exvicario Cristián Precht.
Pendiente, hace cuatro años, estaba el proceso eclesiástico contra John O’Reilly, perteneciente a los Legionarios de Cristo, por abusos a una menor de edad del Colegio Cumbres.
Ello hasta que hace un mes atrás, desde el Vaticano se ordenara abrir la investigación, a seis meses de que el sacerdote termine de cumplir su condena de cuatro años de libertad vigilada, que le fue otorgada por la justicia civil en noviembre de 2014, junto con la inhabilitación perpetua de ejercer cargos públicos y en el ámbito educacional o que tengan relación directa con menores de edad.
El proceso está a cargo del vicario judicial Jaime Ortiz de Lazcano, sacerdote español que tuvo el mismo rol en la investigación a Cristián Precht entre 2011 y 2012, y quien ya se reunió con la familia denunciante de O’Reilly, con el objetivo de recabar antecedentes sobre el caso.
A nivel eclesial, en 2012 fueron los Legionarios de Cristo -como superiores- quienes comenzaron un proceso contra O’Reilly, y en 2013 el sacerdote jesuita Marcelo Gidi fue quien realizó la investigación previa, entregando un informe en agosto de 2013. Sin embargo, ello no trascendió y se resolvió esperar el pronunciamiento de la justicia civil, cuestión que ocurre en 2014. De ahí en adelante, el proceso quedó en nada.
Un déjà vu al caso Precht
Ya abierta la investigación, el caso eclesiástico tiene como protagonistas a los mismos que intervinieron en la causa contra Cristián Precht. Como abogado defensor, John O’Reilly tomó al sacerdote Raúl Hasbún, al igual como lo hizo el exvicario. Y como promotor de justicia, ambos tuvieron a Ortiz de Lazcano, un sacerdote español que es conocido como “duro”.
De hecho, en la causa contra Precht, Ortiz de Lazcano lo condenó a una vida de penitencia, con “prohibición a perpetuidad” de ejercer el sacerdocio. Según relata el libro “Las culpas del Vicario” de la periodista Andrea Lagos, fue el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien decidió cambiar el borrador del decreto condenatorio, como era su prerrogativa, y estableció cinco años de suspensión de la vida ministerial.
“Ortiz de Lazcano estaba indignado y discutió con el arzobispo. Los gritos se escuchaban. En casos graves, argumentaba, con abusos a menores, la pena es siempre extrema. Sin embargo, el arzobispo golpeó la mesa y dijo la última palabra: Precht tenía 72 años y después del castigo tendría 77. ¡Serían cinco años, fin de la discusión!”, describe el libro.
La Tercera
Abogado: "No es posible que no haya respuesta. O´Reilly sigue siendo sacerdote y no es tolerable"
Escuchar la entrevista en T13 radio, aquí
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