Toda la sociedad con sus instituciones sanitarias y civiles está llamada a respetar la vida y la dignidad del enfermo y del moribundo. Y las comunidades creyentes tienen que hacerse cargo de las necesidades de las personas en la fase terminal de su vida.
Benedicto XVI ha subrayado estos y otros conceptos en su discurso dirigido al Congreso de la Pontificia Academia para la Vida sobre el tema “Junto al enfermo incurable y el moribundo: orientaciones éticas y operativas”.
A las personas, -ha dicho- se les debe asegurar la terapia y las intervenciones médicas adecuadas para conservar y preservar la vida, mientras terapias de riesgo o extraordinarias admiten una libertad de opción. Para el Papa es necesario hacerse cargo también de las familias de los pacientes y el Estado tendría que emanar normas para facilitar la asistencia y la ausencia del trabajo a los familiares. Una sociedad que no acepta a los que sufren y no tiene compasión es cruel y inhumana, en este contexto, el Papa ha subrayado la condena de la Iglesia por todo tipo de eutanasia.
Ver video de esta noticia, aquí
No comments:
Post a Comment