LA QUINTA SEMANA
Queridos amigos,
De acuerdo con un estudio científico no escrito de la historia de las Congregaciones Generales, está probado que al final del primer mes siempre hay un cierto “bajón”. La presente Congregación parece confirmar este estudio. Este bajón es similar a la experiencia de alguien que escala una montaña: al principio es muy fácil y agradable, pero cuando comienza el bosque y se le priva a uno de la vista de la cima de la montaña… entonces aparecen las rocas, que pueden ser
peligrosas si uno asume riesgos en la dirección equivocada y se queda atascado… pero hay una esperanza: siempre que uno continúe caminando alcanzará la cima y contemplará una hermosa vista del mundo!!
Por tanto, en vez de aburriros con los detalles de esta etapa, intentaré compartir tres
observaciones personales como se me ha pedido.
Por medio de la excelente página web de la Congregación habréis tenido noticia del número de temas que estamos tratando, como los de esta semana: gobierno, apostolado intelectual, colaboración con otros, migraciones y refugiados, etc.
Cada uno de esos temas presenta retos y problemas, que pueden parecer tan enormes que uno apenas sabe por dónde empezar a abordarlos. En cualquier complejidad, sin embargo, intento descubrir la simplicidad.
Diariamente en la Congregación General experimento que la vision que conduce a los jesuitas en realidad es muy simple: como compañeros de Jesús, quieren guiar a los hombres y mujeres de hoy a un encuentro personal con Jesucristo.
Los medios en los que los jesuitas intentan conseguirlo son tan numerosos como el número y la variedad de jesuitas presentes en la Congregación: algunos asumen el liderazgo, otros la enseñanza, otros el servicio a refugiados, algunos incluso son silenciosos y como tales nos enseñan que Jesús mismo es el agente principal de un posible encuentro. Pero todos ellos son guiados de una forma u otra por esta simple inspiración que es el resultado asimismo de un encuentro.
La segunda observación es consecuencia de la primera. Un encuentro no es normalmente el resultado de la decisión de una persona; muy a menudo es otro el que ha tomado la iniciativa.
Tratando con los problemas mencionados más arriba, nuestra formación nos ha enseñado a ser
activos y a tomar decisiones y la debida importancia que le damos a estos temas puede darnos
la impresión de que somos los agentes principales al tratarlos.
activos y a tomar decisiones y la debida importancia que le damos a estos temas puede darnos
la impresión de que somos los agentes principales al tratarlos.
Como historiador, sin embargo, descubro una y otra vez, y creo que puede ser el caso de esta Congregación, que los jesuitas como individuos y la Compañía como un todo estamos en gran parte liderados por las invitaciones que nos llegan de “otros”: aquellos de los que somos colaboradores, o los hechos que ocurren en el mundo y que no hemos decidido nosotros.
En pocas palabras nuestra identidad jesuita está también en este momento configurada por los otros a través de quienes el Otro nos habla.
Un buen ejemplo, y esta es mi tercera observación, es la llamada “sociedad en red”.
Muchos de nosotros hemos preguntado qué ha cambiado desde la CG 34.
Uno de los aspectos más obvios es el cambio ocurrido en las comunicaciones en Internet y la web.
Este cambio, sin embargo, es simbólico de cambios mucho más profundos en la sociedad secular.
Brevemente expuesto, la Compañía nació en un tiempo en que la sociedad religiosa y secular en Europa estaba organizada como una pirámide con un estricto sistema jerárquico.
Siguiendo la ilustración, la sociedad secular se transformó en un sistema de columnas (o silo) en el que diferentes entidades no volvieron a pertenecer a una única estructura que abarca todo sino que existen separadas e independientemente unas de otras.
Este sistema es característico del mundo moderno y es todavía la organización dominante de la sociedad de hoy en día, así como de la Compañía de Jesús.
Ahora, sin embargo, está sucediendo una nueva transición, y nos movemos rápidamente hacia
la creación de la “sociedad en red” que influirá grandemente en la forma en que la sociedad
secular, las organizaciones religiosas y la enseñanza se organicen en el futuro, lejos del
sistema de pilares.
la creación de la “sociedad en red” que influirá grandemente en la forma en que la sociedad
secular, las organizaciones religiosas y la enseñanza se organicen en el futuro, lejos del
sistema de pilares.
Esta nueva realidad, en la imagen de Internet, es liderada por las redes, conexiones interdisciplinares, puntos de encuentro virtuales y reales, colaboraciones y sinergias, tanto a nivel tanto local como internacional.
Este así llamado modelo en red, también supone cambios estructurales fundamentales, de un acceso vertical a uno más horizontal y lejos de las estructuras lineales hacia otras multidimensionales.
Es bueno ver que en la Congregación General estamos luchando con estos cambios, que no
hemos elegido nosotros. No hemos encontrado todavía soluciones (ni el mundo secular) pero
por medio de la repetida insistencia de muchos miembros en trabajar en “red” siento el
creciente “pensamiento red” en la Congregación. Quizá nos movemos gradualmente hacia una
nueva “Compañía de Jesús en red”?
hemos elegido nosotros. No hemos encontrado todavía soluciones (ni el mundo secular) pero
por medio de la repetida insistencia de muchos miembros en trabajar en “red” siento el
creciente “pensamiento red” en la Congregación. Quizá nos movemos gradualmente hacia una
nueva “Compañía de Jesús en red”?
Nicolas Standaert (BSE/CHN)
Roma, 9 de febrero, 2008
Roma, 9 de febrero, 2008
Fuente: Jesuitas de Andalucía y Canarias
No comments:
Post a Comment