Buscando a Amina Lawal
Amina Lawal fue condenada a morir lapidada en marzo 2002 y salvó su vida en septiembre de 2003 tras una exitosa campaña mediática y una eficaz defensa legal que la convirtieron en un símbolo. Diez millones de personas entraron en la web de Amnistía Internacional para firmar por Amina. Después, nada se supo. ¿Qué ha sido de Amina? Para enterarnos, la única solución era viajar a Nigeria.
Contactamos con Saudatu Mahdi, secretaria general de WRAPA (Avance y Protección Alternativa para los Derechos de la Mujer), la ONG que llevó su caso. Para liberar a Amina, elaboraron una compleja estrategia basada en las irregularidades que se cometieron en su juicio.
Saudatu nos contó la segunda y sorprendente parte de la historia de Amina, que comienza con su regreso a Kurami, su aldea. Los vecinos la recibieron con cariño. Pero la integración no iba a ser un proceso fácil. «Ella se sentía sola y se quejaba. Para ayudarla, decidimos buscarle un marido, era la mejor manera de normalizar su situación. En Nigeria, todas las mujeres de su edad están casadas. Hablamos con ella y le pareció bien.». Sin embargo, en menos de un año el matrimonio concertado comenzó a tener problemas. Ella estaba embarazada de seis meses cuando él la abandonó definitivamente. Con dos hijas, sin dinero y enferma, Amina se encontró en la calle.
Queríamos ver con nuestros propios ojos dónde había nacido y crecido Amina, por lo que decidimos viajar a las aldeas del norte, siguiendo la pista de las otras Aminas, mujeres analfabetas y pobres condenadas por tribunales de la Sharia. La barrera que separa aquí a hombres y mujeres es diferente que en el resto del país. El contacto físico e, incluso la comunicación, es menos frecuente entre ellos.
Saudatu nos contó la segunda y sorprendente parte de la historia de Amina, que comienza con su regreso a Kurami, su aldea. Los vecinos la recibieron con cariño. Pero la integración no iba a ser un proceso fácil. «Ella se sentía sola y se quejaba. Para ayudarla, decidimos buscarle un marido, era la mejor manera de normalizar su situación. En Nigeria, todas las mujeres de su edad están casadas. Hablamos con ella y le pareció bien.». Sin embargo, en menos de un año el matrimonio concertado comenzó a tener problemas. Ella estaba embarazada de seis meses cuando él la abandonó definitivamente. Con dos hijas, sin dinero y enferma, Amina se encontró en la calle.
Queríamos ver con nuestros propios ojos dónde había nacido y crecido Amina, por lo que decidimos viajar a las aldeas del norte, siguiendo la pista de las otras Aminas, mujeres analfabetas y pobres condenadas por tribunales de la Sharia. La barrera que separa aquí a hombres y mujeres es diferente que en el resto del país. El contacto físico e, incluso la comunicación, es menos frecuente entre ellos.
Altine, una joven de 16 años. Fue juzgada y acusada de adulterio cuando tenía 13. Su padrastro llevaba años abusando de ella pero, según el tribunal, también la chica debía ser castigada. Bariya Ibrahim, una adolescente de 14 años embarazada, fue acusada de haber tenido relaciones sexuales extramaritales. La niña clamaba que la habían violado, pero el Tribunal de la Sharia consideró que era culpable de fornicación y la condenó a recibir 100 latigazos por adulterio y 80 más por levantar falso testimonio contra los tres hombres a los que había acusado de violación y que fueron puestos en libertad sin cargos.
«Amina ha decidido volver a su aldea. Es una mujer pobre que en estos años ha recibido de las ONG más dinero del que sabía administrar» dice Hauwa Ibrahim, abogada de Amina, «Creí que su caso se traduciría en un avance de los derechos humanos en este país, pero no ha sido así.»
La historia de Amina empieza y termina en un pueblo llamado Kurami. En él, hoy intenta rehacer su vida. Esta vez, sola y sin salvadoras. Quizá esté intentado comprender su propia historia. Y puede que ahora, al fin, lo consiga.
La historia de Amina empieza y termina en un pueblo llamado Kurami. En él, hoy intenta rehacer su vida. Esta vez, sola y sin salvadoras. Quizá esté intentado comprender su propia historia. Y puede que ahora, al fin, lo consiga.
Paka Díaz.
Yo Dona del siglo xxi,
30/07/05, nº 13
Ampliando miras:
LAPIDACION DE MUJERES
En 1993 la Conferencia Mundial de Derechos Humanos adoptó la Declaración de Viena, que sostiene que son objetivos prioritarios la plena participación de la mujer en la vida política, civil, cultural y social, así como la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo.
Más concretamente, desde África también se han elaborado instrumentos que inciden específicamente en los Derechos Humanos de las mujeres, como la Carta Africana de Derechos Humanos (1981) o el Protocolo sobre los Derechos de las Mujeres en África (2003).
No obstante y a pesar de este marcho legal, resulta difícil materializar lo expuesto en los documentos debido a la necesidad de cambios estructurales tanto en los gobiernos como en la sociedad civil.
INSTRAW, Human Rights of Women, new challenges
Gesto para hoy:
Toma partido y rompe el silencio.
Haz una pancarta diciendo “DERECHOS HUMANOS PARA TODOS.” o “NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO” y ponla en un lugar bien visible.
Oración:
Señor, enséñanos a valorar
la diferencia inherente en todos los seres humanos
como una fuente de enriquecimiento personal,
para que en vez de alejarnos de lo distinto
nos permita crear cauces de encuentro y fraternidad.
Amén.
Amén.
Más información de Nigeria aquí
Funte: Ágora Marianista
No comments:
Post a Comment