Sunday, September 21, 2008

El domingo de la misericordia de Dios


La parábola de los trabajadores de la viña y el denario como pago idéntico nos abre una ventana directa a la misericordia de Dios. Los planes de Dios no son los nuestros. Y así el Señor no organizará un concurso de méritos para regular el acceso a la salvación. Bastará con que se desee y haya disposición, personal e inmediata, para acudir a trabajar a la Viña del Señor. Nos resulta difícil entenderlo, pero es que –ya se sabe—los caminos de Dios no son los mismos que los nuestros. Ni tampoco poco podemos pretender poner a Dios a nuestro servicio. ¡Dejemos, pues, a Dios ser Dios!
Betania

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