Sunday, September 14, 2008

El Papa se adueña de Lourdes, la capital católica de Francia


Cuenta Jordi Casabella en El Periódico que Lourdes, la ciudad pirenaica de 15.000 habitantes que ejerce de capital del catolicismo francés, dejó de ser ayer una isla dentro de la Francia laica para convertirse directamente en uno de los espacios extraterritoriales del Vaticano. Un hormigueo incesante de miles de feligreses entusiastas venidos de todas partes, entre los que no faltaban españoles, tomó las calles engalanadas con los colores de la bandera del Estado pontificio para agasajar al Papa. Ratzinger llegó procedente de París ya entrada la tarde y permanecerá aquí hasta el lunes, cuando regrese a Roma.

Benedicto XVI celebrará esta mañana una misa multitudinaria para conmemorar los 150 años transcurridos desde que Bernadette Soubirous, de 14 años, relató que la Virgen se le había aparecido 18 veces en una cueva. La Iglesia dio crédito a su testimonio y de forma paralela comenzó a reconocer que había enfermos que experimentaban curaciones inexplicables tras frecuentar el lugar, aunque no tantas (67 desde 1858, la última en 1987) como la masiva afluencia al santuario levantado allí y el fervor que desata pudieran dar a entender. Desde entonces, la devoción popular no ha conocido tregua y hoy son seis millones de peregrinos los que recalan anualmente en Lourdes. A quienes desde aquel momento se les apareció la Virgen, y eso ni los más agnósticos lo niegan, es a los comerciantes. Lourdes vive entregada desde abril hasta la llegada del frío, en octubre, al monocultivo turístico. Los almacenes de suvenires, pero también los de jerséis, cuchillos o paraguas, cuando no llevan el nombre de un pontífice, adoptan el de una santa, o buscan inspiración en el rosario, el padre Pío o Jerusalén.
NOMBRES DE CONVENIENCIA
La inmensa mayoría de los comercios exhibían ayer una fotografía de Bernadette, donde se ve a una muchacha con ojos grandes y un pañuelo anudado en la cabeza. Desde bares a inmobiliarias, pasando por las agencias de viajes, a excepción de la denominada Oficina Católica de Viajes, en la que no se apreciaba ni rastro de la conmemoración ni de la visita del Papa entre los anuncios de las playas paradisiacas del Club Med. "Aquí hay muchos que usan el nombre de Dios para lo que les conviene", aclaró un vendedor del mercado situado en las proximidades.
La jerarquía eclesiástica no tiene inconveniente en admitir, por boca del obispo local, Jacques Perrier, que "sin la presencia de los enfermos, Lourdes se convertiría en una Disneylandia católica". Incluso la propia Bernadette Soubirous, que ingresó en una orden religiosa, murió en 1879 y fue canonizada (convertida en santa) en 1933, ya expresó sus temores de que "una caverna de bandidos" acabara haciéndose de oro. Claro que a la Iglesia tampoco le va nada mal. Le Monde aseguraba ayer que Lourdes proporciona cerca de 20 millones de euros anuales en ofrendas a las arcas eclesiásticas.
INDIFERENCIA LOCAL
Si la expectación por la llegada del Papa era ayer grande entre los recién llegados, que cuatro horas antes ya competían por hacerse un buen lugar para contemplarlo de cerca, no podía decirse lo mismo de la población local. Alegría de la Torre, que nació en una aldea próxima a Benasque (Huesca), de la que sus padres emigraron, decía ayer por la mañana, en el puesto de quesos del mercado de Lourdes que regenta, que no iría a verle. "Cuando has conocido al otro (Juan Pablo II), que vino en coche desde el aeropuerto de Tarbes (Benedicto XVI hizo ayer el mismo trayecto en helicóptero) saludando a todo el mundo, se te quitan las ganas". "Tal vez hemos de acostumbrarnos", añade a continuación con afán de disculpar al Papa alemán. ¿Pero con Sarkozy parece que se lleva muy bien? "Sarkozy se lleva bien con todo el mundo, menos con los franceses", espeta.
Periodista Digital

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