Mateo 11: 28-30
Jesús dijo: "Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga liviana."
Jesús dijo: "Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga liviana."
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
La invitación de Jesús a este "descanso", es para esta vida y para la próxima.
El tiempo que permanecemos con Él refrezca nuestra alma, nuestra mente y nuestro cuerpo.
El tiempo en la compañía de Jesús, o de Dios como lo conocemos, es un tiempo de "bien estar".
Los Salmos expresan nuestra seguridad: "mi cuerpo y mi alma descansarán seguros" (Salmo 15/16).
La invitación es para cada día y para la eternidad.
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