Cuenta J. V. en La Voz que el aborto, eutanasia y el papel de la Iglesia frente a la sociedad que quiere imponerlas en la actualidad fueron los tres ejes vertebradores de la conferencia que el pasado martes llenó el patio de San Juan de Letrán, dentro del ciclo cofrade Veranos Nazarenos que organiza la hermandad de la Madrugá jerezana. El prelado de la ciudad, José Mazuelos, ofreció una brillante pero a la vez entendible conferencia de un tema que domina con pulcritud, la bioética. En ella, el máximo responsable de la diócesis animó a los cristianos a «ser la voz de los sin voz, y denunciar con voz firme el derecho a la vida frente a la sinrazón de una ciencia que no respeta la dignidad del ser humano».
El obispo diocesano afirmó durante la charla que «la fe ayuda a la ciencia a abrir los ojos para ver, con absoluta claridad, la humanidad y evitar así que sea violada por el poder de las tecnologías; el hombre tiene la huella de Dios y no solamente vive de pan sino que con una mirada de Nuestro Padre Jesús somos capaces de amar donde eramos incapaces».
De la misma manera se refirió al aborto, práctica que para la iglesia significa la excomunión inmediata, y que «deja secuelas en la mujer que no son contadas, como la depresión, y que sólo Jesucristo puede curar». De hecho, el prelado calificó el aborto en los sindromes de Down hasta los nueve meses como «racismo genético».
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