Cardenal Terrazas: "La gente tiene hambre de Dios"

Santa Cruz, Bolivia (Patricio Downes, Religión Digital).- El cardenal de Boliva, Julio Terrazas, dijo en su homilía semanal que "ante el hambre física y espiritual de la gente el Señor nos pide que demos 'respuestas nuevas y generosas'. Al comentar el relato evangélico de la multiplicación de los panes y pescados, el arzobispo de Santa Cruz señaló que que estas respuestas que nos propone el Señor están en la línea de pensar en el otro y la de saciar el hambre de las personas con soluciones sencillas e "insignificantes".

A una semana del ataque del presidente Evo Morales contra la Iglesia, a l que comparó con el "opio" según el más prístino pensamiento de Marx, el cardenal Terrazas dijo en la catedral Menor de San Lorenzo en la Arquidiócesis de Santa Cruz, que esa multitud que sigue a Cristo tiene hambre de Dios.

“El Señor insiste en que hay que dar de comer al que está hambriento”, afirmó Terrazas. Ante el relato evangélico de la multitud a la espera de la multiplicación de los panes, el prelado señaló que lo que “quiere escuchar es la vida, el pan como signo de vida”.

Es así que el hambre de la gente debe ser saciada con la seguridad de que las personas lograran "tener su vida con fortaleza, vivir su vida realmente plena y por eso es que al mirar al Señor y al sentir la mirada del Señor confían en que Él va solucionar este problema", según el texto publicado por la agencia oficial del Episcopado.

Agregó que el hambre de la gente también es saciada con el "reconocimiento de la dignidad" y que en aquella época solamente la gente con "dignidad" podía sentarse en la mesa para comer. Este reconocimiento de la dignidad también va ligado con el sentido del otro. En este sentido el cardenal Julio Terrazas explicó que con este signo, Jesús nos recuerda que no solamente "hay que satisfacer el hambre de un grupo, hay que pensar en el hambre de toda clase y de toda índole que sufre la humanidad".

"A muchísimos les falta el pan de cada día, a otros les falta libertad, a otros no satisface el hambre de la verdad, otros están llenos de odios y necesitan saciar el hambre de amor, por eso hay que guardar todo lo que sobre, porque las generaciones van a seguir…", afirmó el cardenal.