Mateo 7:15-20
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Jesús me prometió la venida del Espíritu Santo, el que enriquece mi vida y se manifiesta en mis actitudes, palabras y hechos. Mientras me alejo de los falsos profetas y busco el apoyo de los que en verdad me pueden ayudar, pido la guía del Espíritu Santo.
Pienso en los frutos por los que he rogado en el pasado y por los que ruego ahora. Pido a Dios me ayude a encontrar donde estos frutos están brotando, están maduros o ya se han regalado. Ruego que yo pueda reconocer los frutos que yo no he pedido; pero que Dios me ha generosamente regalado
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