Al iniciar el encuentro diario con quienes ingresan a este blog, hemos querido colocar esta foto, tomada en Afganistán donde apreciamos a este niño que llora por la muerte de un afgano matado por un soldado norteamericano.
Es una invitación a la reflexión, pero también a la acción.
Hoy todo de lo que ocurre en diferentes partes del mundo nos llega, tarde o temprano, gracias a las nuevas tecnologías. Entonces no podemos esconder la cabeza como un avestruz.
Pidamos al Señor de la Vida que nos ayude a tomar conciencia de nuestro rol activo como católico, y no nos quedemos paralizados ante tanta violencia.
Esta imagen fue colocada ya que recién las encontré y coloqué en el blog Camino Otoñal, donde podrán ver más fotos del conflicto en Afganistán
http://caminootonal.blogspot.com/
Pero de seguro que en nuestras propias ciudades tenemos situaciones de violencia que requieren nuestr trabajo y sobre todo mucha oración.
Comparto, finalmente, de "Oraciones para gente ocupada" de José Correa
"Caín, ¿dónde está tu hermano Abel?"
Señor, desde niño me impresionó
la figura de Caín,
que un hermano eliminara a su hermano.
El odio pudo más que le hermandad,
destruyó la principal obra de tus manos,
la creada a tu imagen y semejanza
Y Caín sigue asesinando en nuestros días,
buscando victimas entre sus hermanos
Soldados, hijos del pueblo, reprimen, allanan,
y matan a otros hijos del pueblo.
Hijos del pueblo asesinan a policías
que también son hijos del pueblo.
¡Reciben ordenes!
Las manos responsables
se ocultan en el anonimato.
Entonces Yahvéh le dijo:
"¿Qué has hecho?
La voz de la sangre de tu hermano
grita desde la tierra hasta mí"
Es que es más fácil eliminar que juzgar.
Y esos crímenes nunca se esclarecen...
Las tinieblas son más fuertes que la luz.
Señor, ¿ese Caín no se esconde
en algún rincón de mi corazón?
¿No me dejo llevar por el odio
que me llena los ojos de sangre,
que me impide contemplar la verdad y me hace
pensar que la única solución es la sangre?
Señor, ¿es mayor la fuerza del mal que la del bien?
¿No es posible construir un mundo justo
en el que pueda vivir en paz?
¿No podemos escuchar tu palabra
y cambiar nuestro corazón?
¿No es posible que llevemos a la práctica
tu precepto de amar y respetar al hermano como a nosotros mismos?
Cambia, Señor, nuestro corazón de Caín
por un corazón de Abel
Que tengan un buen fin de semana
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