El padre Walker, del Tribunal Eclesiástico, renunció a su cargo y el cardenal Errázuriz aceptó su dimisión.
Admitió que contó que uno de los acusadores se había referido a los abusos sexuales del padre Karadima
Patricio Downes, 22 de julio de 2010 a las 07:17
(Patricio Downes) Renunció en Santiago de Chile el presidente del Tribunal Eclesiástico, padre Francisco Walker, luego de reconocer que filtró o difundió importantes datos acerca de la investigación de abusos sexuales en contra del sacerdote Fernando Karadima, de 79 años. El cardenal Francisco Javier Errázuriz ya envió a Roma los antecedentes del ex párroco de la Iglesia de El Bosque, acusado por el médico James Hamilton y otras personas de haberles dañado con actos de abuso sexual. La renuncia coincide con la visita a Chile del funcionario del Vaticano, obispo Juan Ignacio Arrieta, invitado para dictar una serie de conferencias sobre temáticas canónicas organizadas por la Asociación Chilena de Derecho Canónico.
Según información de El Mercurio de Chile, Walker presentó su renuncia ante el cardenal Errázuriz, quien aceptó la dimisión. El diario La Tercera, también de Santiago de Chile, informó en mayo pasado que el sacerdote Francisco Walker, jefe del Tribunal Eclesiástico de Santiago, admitió haber revelado en abril de 2009, al párroco de la iglesia de El Bosque, Juan Esteban Morales, que en una declaración reservada ante el Tribunal Eclesiástico el médico James Hamilton había acusado al sacerdote Fernando Karadima de actos impropios.
El médico Hamilton se encontraba en pleno proceso de pedido de anulación de su matrimonio, precisamente consagrado por el padre Karadima. Consultado sobre esta versión, el sacerdote Francisco Walker dijo a La Tercera que "antes de iniciarse el proceso de nulidad, efectivamente comenté con el padre Juan Esteban Morales que el señor Hamilton involucraba al padre Fernando Karadima en actos impropios. Pienso ahora que fue un error mío haberlo hecho. En todo caso, nunca pasé ni mostré al padre Juan Esteban el borrador de la biografía del señor Hamilton".
Hamilton contó que a los pocos días de entregado su testimonio recibió la visita del actual párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de El Bosque, Juan Esteban Morales, para pedirle que no siguiera adelante con la acusación, porque Karadima ya estaba muy anciano. Señaló, además, que Morales le pidió misericordia. Esto revelaría que su relato se había filtrado, a pesar de que el proceso en la Iglesia establece reserva.
Según fuentes consultadas por La Tercera, Hamilton denunció la filtración de su testimonio ante el propio Tribunal Eclesiástico, donde le señalaron que iban a investigar los hechos. El acusador de Karadima sostuvo que trató de obtener una audiencia con el cardenal Errázuriz, a través del obispo auxiliar de Santiago Cristián Contreras, para plantearle el caso.
La denuncia de la filtración, de acuerdo a fuentes cercanas, fue documentada por Hamilton con una docena de correos electrónicos que entregó al fiscal Xavier Armendáriz. En ellos está el registro de las respuestas del tribunal que recibió el médico por la filtración de su testimonio.
Según Hamilton, el 28 de abril de 2009 Morales acudió personalmente a su consultorio médico para pedirle que no siguiera involucrando a Karadima en el proceso de nulidad eclesiástica. Según su testimonio, el párroco le contó que el vicario judicial del Tribunal Eclesiástico de Santiago, Francisco Walker, era quien le había informado sobre el borrador.
El presbítero Walker -quien se mantiene en el cargo en forma interina mientras el cardenal nomine a su sucesor- dimitió luego de ser acusado por James Hamilton de haber filtrado los antecedentes de su nulidad eclesiástica al actual párroco de El Bosque, Juan Esteban Morales, en los que denunciaba los supuestos abusos sexuales cometidos por el padre Fernando Karadima.Walker participó ayer en un seminario de formación de la Asociación Chilena de Derecho Canónico en el Seminario Pontificio San Rafael, oportunidad en la que aprovechó de conversar con el obispo del Vaticano, Juan Ignacio Arrieta, quien se encuentra en Chile invitado por la asociación para dictar una serie de conferencias sobre temáticas canónicas.
Sin referirse en lo específico al caso Karadima, monseñor Arrieta sostuvo que la Iglesia Católica recibe "con dolor" las denuncias sobre abusos deshonestos, porque los sacerdotes tienen la obligación de actuar bien y ajustarse al ejemplo de Cristo.
No obstante, sostuvo que estos casos también son recibidos por la iglesia con una actitud de aprendizaje de los errores, para la toma de medidas.
"Hemos visto, por ejemplo, la necesidad de mejorar en términos generales el Derecho Penal Canónico, para que pueda ser utilizado por los obispos de una manera más ágil y más unida al gobierno pastoral y no tener que actuar en situaciones extremas con penas terminales, sino que poder hacerlo anticipadamente, con mayor previsión".
Frente al camino que siguen las causas que llegan al Vaticano -como la enviada por el cardenal Errázuriz-, sostuvo que hay dos caminos: "O el proceso lo hace la Congregación para la Doctrina de la Fe o ésta encarga a la diócesis respectiva que haga una primera parte de instrucción del proceso, de recoger pruebas y escuchar testigos".
En los próximos días llegará a Santiago, a participar en el seminario, otro obispo de la Santa Sede: José María Serrano, presidente del Tribunal de Apelaciones del Vaticano.Hace unos días, según la prensa chilena, el religioso Karadima reiteró: "Soy inocente". Dijo que James Hamilton, Juan Carlos Cruz, Fernando Batlle, José Andrés Murillo y Luis Lira, sus cinco principales acusadores han desarrollado una suerte de venganza concertada en su contra, porque cuando ellos fueron seminaristas y querían ser ordenados, él se opuso por considerar que no tenían vocación para esa investidura.
Esta semana se realizó el encuentro entre el acusado y el fiscal Walker, ahora renunciante. Karadima -quien fue escoltado por sus abogados Luis Ortiz Quiroga y Cristián Muga- se reunió con el fiscal eclesiástico en la misma sala de la casa parroquial donde el viernes 18 de junio el cardenal Francisco Javier Errázuriz le notificó que había enviado su caso al Vaticano, para el inicio de un juicio canónico, y que desde ese minuto debía apartarse de todo ministerio público, aunque el sacerdote ya lo había hecho.
Karadima no varió su posición y negó cada uno de los cargos. "Soy inocente", le indicó al fiscal en varios pasajes. Aseguró que en los casos de Cruz, Murillo y Batlle hay una suerte de venganza concertada en su contra, porque, según dijo, cuando ellos fueron seminaristas y querían ser ordenados, él se opuso por considerar que no tenían vocación para esa investidura.
RD
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