Efesios 1:17-20
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, Padre de la Gloria, os conceda un Espíritu de sabiduría y revelación que os lo haga conocer, y os ilumine los ojos de la mente para apreciar la esperanza a la que os llama, la espléndida riqueza de la herencia que promete a los consagrados, y la grandeza extraordinaria de su poder a favor de nosotros los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa; poder que ejercitó en el Mesías resucitándolo de la muerte y sentándolo a su diestra en el cielo.
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, Padre de la Gloria, os conceda un Espíritu de sabiduría y revelación que os lo haga conocer, y os ilumine los ojos de la mente para apreciar la esperanza a la que os llama, la espléndida riqueza de la herencia que promete a los consagrados, y la grandeza extraordinaria de su poder a favor de nosotros los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa; poder que ejercitó en el Mesías resucitándolo de la muerte y sentándolo a su diestra en el cielo.
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Mientras veo a San Pablo rezar generosamente por sus amigos, pienso en los míos. Me recuerdo de un amigo en especial y leo este texto de nuevo, orando con mi corazón por el bien de él y de todos ellos.
Pido por un espíritu de sabiduría y revelación, para que yo pueda contemplar mi vida sabiamente y reconozca los dones que Dios me ha dado. Pido a Dios que aumente mi esperanza, que yo comprenda que lo que Dios desea para mí está mucho más allá de lo que yo pueda desear.
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