Cáritas ya celebra en Roma sus 60 años. Delegados de todo el mundo asisten a la XIX Asamblea General, en la que además elegirán autoridades para los próximos cuatro años.
60 años de caridad se merecían un encuentro así. Porque 300 delegados de más de 160 países llegaron a Roma y hasta la estación ferroviaria del Vaticano reabrió sus puertas para que las representaciones de las Cáritas de todo el mundo asistan durante la XIX Asamblea General del organismo.
La inauguración de la Asamblea, en la que se elegirán autoridades, estuvo a cargo del cardenal Oscar Ándres Rodríguez Madariaga, Arzobispo de Tegucigalpa y presidente de Cáritas Internacional. “La pobreza es inaceptable porque afecta a la dignidad e igualdad de las personas y con ello a toda la familia humana. 'Una familia humana, pobreza cero' es algo más que un eslogan para nuestro foro. Es una síntesis de nuestra voluntad de luchar contra la injusticia y la pobreza. Es una sencilla expresión de nuestra manera de comprender el mundo”, expresó el Cardenal.
“No podemos cambiar la historia. Y los sabemos, come expertos en crisis humanitarias. Como expertos en la resolución de conflictos y la reconciliación, sabemos que la justicia y la paz necesitan una perspectiva de futuro para tener éxito. Abriendo una nueva perspectiva, más allá de la de Él y nuestra muerte, nos pone, como cristianos, en una nueva era de esperanza”, consideró el Arzobispo.
La homilía de la Misa de inauguración estuvo a cargo del cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de la Santa Sede. “Cáritas Internationalis y las Caritas nacionales y locales hacen un bien inmenso cuando ayudan a las personas y a las comunidades a reconocer con amor la presencia de otros hermanos necesitados, que es la presencia del mismo Cristo (cf. Mt 25,31-46); cuando logran sacudir sus conciencias, para que, tanto a través de la libre iniciativa como colaborando con la caridad organizada de la Iglesia, sientan siempre la urgencia exigente del compartir evangélico” consideró el cardenal Bertone.
Entre las exposiciones y ponencias del día, entre las que hubo referencias a los estatutos e informes sobre el presente y futuro de la organización, los delegados pudieron escuchar al padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia. “ Sería un error fatal ver la caridad del corazón y la caridad en los hechos como opuesta una a la otra, o usar la caridad interior como una especie de coartada, ante la falta de caridad activa”, consideró el padre Cantalamessa.
“El trabajo de ustedes no deber ser reducido nunca al servicio social, a una mera distribución de recursos. Es mucho más que sólo un trabajo, una cuestión de burocracia o Administración”, clamó. Además, recordó que “la primera 'caridad que somos llamados a ofrecer es para con nuestro prójimo, incluso la distribución de alimentos y medicamentos, es para transmitirles el amor de Dios. Eso es imposible, si nosotros mismo no estamos llenos de amor, o al menos luchamos por crecer en él. La vocación fundamental de un agente de Cáritas no es diferente a la de otro cristiano: ¡una vocación a la santidad!”.
Sobre el final de su reflexión, el Predicador de la Casa Pontificia recordó que “no todos los que aman a su prójimo aman a Jesús, pero todos los que aman a Jesús aman a su prójimo”.
Las sesiones continuarán hasta el viernes, día en el que los delegados y las nuevas autoridades, cuya elección está prevista desde el martes, serán recibidos en Audiencia por el Santo Padre.
COPE
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