Fracaso del ex sacerdote que dejó el hábito por la política
José Luis Torres y Arturo García, cara y cruz de las elecciones
El sacerdote José Luis Torres, candidato del PP a la Alcaldía del municipio malagueño de Cómpeta, ha superado la mayoría absoluta que consiguió hace cuatro años al reunir el 72,69 por ciento de los sufragios, lo que se traduce en nueve concejales.
Torres, que se hizo famoso hace años por representar a Jesucristo en Semana Santa, aspiraba a las reeleción en Cómpeta, localidad de la que se convirtió en alcalde en los pasados comicios con un apoyo del 69 por ciento.
Este religioso rondeño, que es párroco de Cómpeta desde finales de los años noventa, ha conseguido en estos comicios locales aumentar el respaldo de sus vecinos en casi cuatro puntos.
La oposición ha quedado reducida a menos del 25 por ciento: tras él ha quedado Izquierda Unida, con el 12,72 por ciento de las papeletas, y PSOE, con el 10,79 por ciento de los sufragios. Ambos partidos conseguirán un edil cada uno.
Por otro lado, sólo 1.019 votantes asturianos, el 0,17 por ciento del total, se han decantado hoy por la candidatura del Partido Democrático y Constitucional (PDyC) que lideraba el exsacerdote Arturo García, que dejó los hábitos por la política para concurrir a las elecciones autonómicas en el Principado.
García, de 39 años y abogado en ejercicio, fue suspendido de sus labores pastorales por el Arzobispado de Oviedo tras anunciar a sus feligreses que se presentaría a las elecciones al frente de un partido fundado por él mismo con el objetivo de que la sociedad recuperase "la confianza en la política".
El exsacerdote, uno de los pocos candidatos que siguió "trabajando" en la campaña tras la suspensión decidida por los partidos mayoritarios por el terremoto de Lorca, no quiso definir la ideología de su partido dado que no se sentía identificado con las "nomenclaturas" clásicas de izquierda o derecha.
"Somos gente joven y ya formada en la Constitución y no utilizamos esa nomenclatura propia de la etapa preconstitucional", indicó García en la presentación del partido que formó tras constatar en los encuentros que mantenía con amigos y conocidos el descrédito de la política y de los partidos tradicionales.
El candidato, que aseguró que no se planteaba volver a su actividad pastoral al margen del resultado, podrá ahora seguir pidiendo a la autoridad eclesiástica que le explique por qué no era compatible con el sacerdocio su actividad como abogado en su propio despacho y sí lo era dedicarse a la política.
El Arzobispado le suspendió de toda potestad para el ejercicio del sacerdocio a García al entender que no se daban las circunstancias excepcionales que el Código de Derecho Canónico admite para la participación en partidos o sindicatos que sí se darían si la autoridad eclesiástica considerase que sirviera para la defensa de los derechos de la Iglesia o la promoción del bien común.
(Rd/Agencias)
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