Kathmandu (Agencia Fides) – La inseguridad alimenticia en Nepal está causando graves violaciónes de los derechos humanos y al mismo tiempo está fomentando la trata de mujeres. Según la Asian Human Rights Commission (AHRC), cada día emigran a los países del Golfo unas 60-70 mujeres de Nepal. Hasta la fecha trabajan en esos países alrededor de 240 mil mujeres, explotadas y mal pagadas. A menudo también se ven forzadas a ejercer la prostitución, antes o después de su trabajo habitual.
Algo que favorece el problema del hambre y de la pobreza en el país, donde más del 60% de la población vive de la agricultura, es la falta de acceso equitativo a la tierra. En particular, la distribución desigual está perjudicando a la comunidad Dalit el Gandharva que está sufriendo la destrucción de sus cultivos y el abuso por parte de otra comunidad. En 1993, los Gandharva, comunidad nómada, recibieron unas tierras de la Commission for Resolving Problem with Landless People pero sin ningún título legal. En 2010, los miembros de la cercana comunidad de Tharu, propietarios de las tierras del pueblo, destruyeron los cultivos sembrados, y los miembros de la comunidad Gandharva no han podido hacer nada, muchos de ellos para hacer frente al hambre han emigrado a la India mientras que las mujeres se han dirigido hacia el Oriente Medio. Los niños permanecen allí, sin enseñanza, ni alimentación, a menudo sufren discriminación por la casta a la que pertenecen y por las precarias condiciones de vida. Los miembros de la comunidad Gandharva en Nepal son alrededor de 21 mil, nómadas, viven de actividades artísticas y musicales.
(AP) (18/5/2011 Agencia Fides)
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