Pese a lo lapidario del veredicto, el sacerdote Francisco Cartes ha reiterado su inocencia de las graves imputaciones vertidas en su contra en el Tribunal Oral de Curicó. El religioso emitió el anunció sobre el inicio de su ayuno ayer al interior de su domicilio.
Tras veredicto condenatorio emitido este viernes
Religioso insiste en su inocencia sobre los cargos que pesan en su contra. Por su parte, el abogado querellante calificó de tardío el pronunciamiento emitido por el Obispado de Talca sobre el bullado caso
CURICÓ.- De manera de reflejar su molestia ante el veredicto que lo condenó como el autor de dos delitos de abuso sexual contra un menor de edad de actuales 17 años, el sacerdote claretiano Francisco Cartes inició un período de ayuno indefinido, aseverando que solo ingerirá agua. “Yo siento que la sentencia de ayer (viernes) es injusta, en tanto que yo sostengo lo que he sostenido siempre, que sobre los hechos que se me imputan, yo soy absolutamente inocente. Pensé de qué manera podría manifestar de modo concreto una realidad y yo siento que el ayuno es una expresión visible de algo que yo estoy viviendo.
Desde hace dos años he vivido un verdadero camino de la cruz, y el ayuno es la expresión a la gente para mostrarles que yo sigo sosteniendo que esto de lo que he sido acusado y he sido encontrado culpable es falso”.
El religioso, quien formuló dichas palabras al interior de su casa, pasadas las 17.00 horas, luego de haber recibido a su psiquiatra, aseguró que la medida no cuenta con el consentimiento de su familia, pues desde hace algunos años padece de hipertensión.“Voy a tomar agua, eso lo voy a mantener, es un ayuno indefinido”.
El sacerdote tuvo palabras para referirse además al comunicado que entregó el viernes el Obispado de Talca, tras la confirmación de su condena, calificando dicho escrito como “un lavado de manos” hacia su figura. “Yo creo que la ultima parte de ese comunicado, donde la iglesia dice que solidariza con la víctima, me parece un lavado de manos, yo me he mantenido siempre muy respetuoso de la jerarquía con nuestro pastor, tengo un profundo respeto hacia don Horacio (Valenzuela), pero creo que la ultima parte donde el comunicado habla de la víctima, creo que es una expresión equivoca. Si bien es cierto que el veredicto dice que yo soy culpable, yo como sacerdote consagrado, y eso no me lo pueden quitar, digo que soy inocente, sostengo que la víctima soy yo. Ese párrafo habla de una actitud que a mí no me parece coherente de lo que haría un padre con un hijo, y la iglesia tiene que ser el padre y la madre de los sacerdote”, dijo.
Cabe recordar que por los hechos investigados, la fiscalía solicitó una sentencia de 10 años y un día de presidio, la cual se dará a conocer el próximo 5 de diciembre.
COMUNICADO
COMUNICADO
Por su parte, Jorge Reyes, abogado querellante del menor abusado por el sacerdote Francisco Cartes también manifestó sus discrepancias sobre el comunicado emitido por el Obispado de Talca tras el pronunciamiento que acusa a Cartes de varios delitos de connotación sexual. En ese contexto, el jurista rechazó de plano que la Iglesia haya apoyado a su representado como lo afirma el documento oficial.
El párrafo que generó la molestia del profesional dice “durante el proceso (el Obispado) ha colaborado en lo que se le ha requerido y ha acompañado a quienes han sido afectados directamente por esta situación”. En ese sentido, Reyes reconoció que hubiese preferido una opinión oficial más cercana a los hechos que se investigaron, pues a su juicio, la víctima nunca recibió ayuda de la iglesia. “Me parece que la reacción de la iglesia es muy tardía, especialmente, cuando durante todo el trayecto de lo que ha sido la investigación y posterior juicio, en relación a la víctima no hubo ninguna reacción de apoyo, sino más bien tuvimos, incluso, una acción de protección hacia el sacerdote”.
MAYOR CELERIDAD
Para evitar reacciones a destiempo, el abogado Reyes aseguró que sería mucho más conveniente que los resultados sobre las investigaciones canónicas salieran a la luz pública con antelación a los fallos judiciales. “Cuando aparecen los primeros síntomas de abuso la Iglesia debe tomar las medidas, especialmente, a nivel eclesiástico como son las medidas Ad Cautelan, pero también terminar los procesos eclesiásticos en lo posible antes de que terminen los procesos en la justicia ordinaria”, aseveró.
El Centro
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