Wednesday, August 28, 2013

Egipto; ¿y si los cristianos defendieran Al Azhar?


El gran imán de la universidad sunita apoyó a los militares que depusieron a Morsi, suscitando las críticas de Erdogan, pero también el aplauso de las iglesias

ALESSANDRO SPECIALECIUDAD DEL VATICANO

En la caótica situación del Medio Oriente, podría incluso llegar a suceder que los cristianos de Egipto defiendan con los dientes al líder del principal centro de enseñanza religiosa del islam sunita, a pesar de que no esté en buenas relaciones con el Vaticano desde hace algunos años.


La agencia vaticana Fides, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, indicó ayer algunas declaraciones a favor de Ahmed Al Tayyeb, gran imán de la universidad de Al Azhar en El Cairo, que hizo el Consejo de las Iglesias Cristianas en Egipto. «Las virtudes del Imán y su estatura humana son atestiguadas por su historia», declaró el padre Bishoy Helmy, secretario general del Consejo.



Todo empezó el domingo pasado, cuando el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan (del partido islamista moderado Akp), lanzó un ataque frontal contra Al Tayyeb por su apoyo a los militares que destituyeron al presidente Mohamed Morsi. Erdogan y Turquía han apoyado desde el inicio las revoluciones de la “primavera árabe” y habían visto favorablemente la llegada al poder, con las elecciones tras el derrocamiento del dictador Hosni Mubarak, del partido de la Hermandad Musulmana.


Gran parte de los países occidentales acogieron con alivio el golpe de estado que destituyó a Morsi y que evitó, según su opnión, la caída de uno de los países más importantes de todo el mundo árabe en una inestabilidad insostenible y que se convirtiera un puerto seguro para el islam radical. Pero ni Erdogan ni Turquía comparten esta opinión, aunque sean normalmente aliados del occidente.


El ataque del sunita Erdogan en contra del sunita Al Tayyeb salió en las páginas del periódico turco “Zaman” el domingo pasado. Al Tayyeb apoyó a los militares que depusieron a Morsi y, actuando de esta manera, según el primer ministro turco, perdió completamente su autoridad y su reputación dentro del mundo musulmán: «Está acabado. La historia maldecirá a los hombres como él, justamente como ya ha maldicho a los intelectuales turcos de su tipo». Para Erdogan, un estudioso no debería comprometer su honor por convenciencias políticas.



El gobierno egipcio, que tiene una gran influencia en la respetada universidad, manifestó inmediatamente su apoyo al imán de Al Azhar. Pero también los cristianos de Egipto: «Ante la crisis –dijo a Fides monseñor Adel Zaki, Vicario apostólico de Alejandría–, se está registrando una fuerte comprensión colaborativa entre Al Azhar y el Consejo de las Iglesias Cristianas, el organismo que pretende representar la posición unitaria de los cristianos con respecto a las turbulencias sociales y políticas».


Lo que más sorprende es que las relaciones entre Al Azhar y el Vaticano están “congeladas” desde que la universidad sunita decidió suspender el diálogo bilateral  después del discurso del entonces Papa Benedicto XVI ante el cuerpo diplomático de la Santa Sede en enero de 2011, que fuer percibido como una injerencia en los asuntos internos del país. El discurso volvió a abrir la herida que había sido provocada por el famoso discurso en Regensburg en el que Ratzinger había citado a un emperador bizantino que acusaba a Mahoma de haber difundido solo «cosas feas e inhumanas» por el mundo. Esto provocó la protesta, incluso violenta, del mundo del islam.


Mientras la situación en Egipto parece no mejorar, el Vaticano espera poder volver a entablar el diálogo con Al Azhar: «Espero que, a pesar de la complejidad de la situación política en Egipto, se pueda retomar el contacto», dijo la semana pasada el presidente del Consejo para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean-Louis Tauran. «La puerta para Al Azhar siempre estará abierta; cuando lo quieran, nosotros estaremos dispuestos», añadió. Gracias a Erdogan, paradójicamente, tal vez este diálogo volverá a ser una realidad.

Vatican Insider

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